Para los más «negados» de la cocina, la tortilla francesa es la única que consiguen dominar. Es, aparentemente sencilla, puesto que solo requiere huevos, y si se quiere aliñar, algún complemento. Sin embargo, si no conoces los secretos para hacer una tortilla francesa jugosa, te enfrentarás al reto de tener que comer una tortilla muy seca o dura, cuando no quemada. Y si lo haces menos del tiempo recomendado, estará demasiado cruda como para comerla. Os descubrimos los trucos de Dabiz Muñoz para hacer la mejor tortilla francesa del mundo: jugosa, sabrosa y en menos de cinco minutos. ¿Te interesa? ¡Sigue leyendo!
LA FORMA PERFECTA PARA HACER LA TORTILLA FRANCESA EN INDUCCIÓN
A la hora de cocinar, no es lo mismo utilizar una cocina de gas que una placa de inducción. En la primera, el calor se distribuye de forma más homogénea por la sartén, por lo que es más fácil conseguir enrollar la tortilla como se desea. En cambio, con inducción es algo más complejo aunque no imposible: a mitad de fuerza, y con mantequilla (no aceite), se deja que alcance el punto en el que comienza a comportarse como aceite y se añaden los huevos. Se mueve el huevo y la sartén con mucha energía con el envés del tenedor. Se deja al uno cuando esté todo homogéneo y se añade el queso antes de ir cerrando poco a poco la tortilla francesa como si fuera un sobre. Se da la vuelta y se mantiene al uno. Se presenta con la salsa, y el brioche, y a degustar.
