Más de un tercio (35%) de los profesionales sanitarios que fueron atendidos en el servicio telemático de apoyo psicológico (TAP) durante la pandemia son médicos, seguidos muy de cerca enfermeras (34%) y auxiliares de enfermería (12%).
Auspiciada por la Fundación Galatea (del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña), los Consejos Generales de Colegios Oficiales de Colegios de Médicos, de Enfermería y de Psicología de España, junto al Ministerio de Sanidad y la Fundación Bancaria La Caixa, se trata de una plataforma telemática específica de atención en salud mental que desde el inicio ha realizado más de 2.900 intervenciones, atendiendo a casi 900 profesionales, con una media de 4 intervenciones por profesional, según los datos facilitados por la Fundación Galatea.
Problemas de ansiedad, estrés, alteraciones emocionales o trastornos del sueño son algunas de las patologías que ha sufrido el colectivo médico durante la pandemia de COVID-19 debido a la gran presión asistencial y al trabajo en condiciones límites que padecen miles de profesionales. De los profesionales sanitarios atendidos por el TAP, el 86 por ciento de las solicitantes de este servicio son mujeres y que el 47 por ciento trabaja en el ámbito hospitalario frente al 21 por ciento de Atención Primaria y un 11 por ciento en residencias y centros sociosanitarios.
«Conscientes de los efectos de esta situación en la salud mental de los médicos, la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) y los Colegios de Médicos han reforzado sus dispositivos de prevención, promoción y protección a la salud del médico para atender a los profesionales con trastornos psíquicos derivados de esta crisis sanitaria», ha asegurado el presidente de la FPSOMC, Serafín Romero.
La doctora Enriqueta Ochoa, psiquiatra y miembro de la Comisión Técnica del programa, asegura que en la fase más complicada de la pandemia los médicos se han volcado en el trabajo, pero cuando la situación ha mejorado se han empezado a observar las reacciones contenidas. «Aunque estemos acostumbrados a situaciones de alta demanda, ésta es extraordinariamente compleja. En este sentido, es importante trabajar en la prevención de los posibles trastornos que pueden aparecer en este colectivo profesional», ha explicado.