miércoles, 11 diciembre 2024

Vuelven a vandalizar la estatua de Indalecio Prieto y Largo Caballero en Madrid

La estatua del expresidente del PSOE y ministro de la II República española Indalecio Prieto, y del expresidente del Gobierno republicano Francisco Largo Caballero, situadas en los Nuevos Ministerios de Madrid, volvió amanecer ayer con pintura roja y la palabra ‘Asesino’.

Lo mismo ocurrió el 12 de octubre con la estatua de Prieto y días antes con la Largo Caballero. «No van a conseguir callarnos. No van a conseguir que el odio impregne nuestra sociedad. ¡No Pasarán!», ha escrito el Partido Socialista en su cuenta de Twitter.

Este tercer ataque se produce más de un mes después de que el Ayuntamiento de Madrid, con los votos a favor de Cs, PP y Vox, decidiera retirar los nombres de la avenida Francisco Largo Caballero y del bulevar Indalecio Prieto, así como la placa en la plaza de Chamberí dedicado al primero, además de instar a la eliminación de las estatuas erigidas en Nuevos Ministerios en su memoria.

La propuesta la presentó en Cibeles el portavoz municipal de Vox, Javier Ortega Smith, con el objetivo de acabar con cualquier homenaje a «personajes siniestros» como Largo Caballero y el también ministro socialista en la República Indalecio Prieto. «Ambos son exponentes de totalitarios criminales antidemócratas que no merecen un reconocimiento en las calles de Madrid», indicó.

Por su parte, un centenar de profesores de Historia Contemporánea de universidades españolas y extranjeras, como el catedrático de la London School of Economics Paul Preston, denunciaron que trata de «viejos y desacreditados clichés pseudohistóricos de la propaganda franquista».

Argumentan que lo hacen mediante un juicio «estrictamente técnico» sustentado «en investigaciones de solvencia acreditada entre la comunidad científica», después de calificar de «penosa articulación formal» la moción de Vox, unido a la «falacia de la mayoría de sus argumentos y a la «nula documentación que se adjunta a la iniciativa» del grupo liderado por Javier Ortega Smith.