El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha cifrado en más de 81 millones de euros los daños causados por el paso de la borrasca ‘Filomena’ en carreteras, aeropuertos y trenes del Estado.
Así lo ha explicado este jueves el ministro, que ha acudido a la Comisión del ramo en el Congreso para rendir cuentas de su gestión durante el temporal del pasado mes de enero y el bloqueo de camioneros en la frontera entre Reino Unido y Francia a finales de año.
En carreteras, los daños de cerca de 48 millones se deben, «principalmente, al suministro extraordinario de sal, las horas extras del personal y de la maquinaria, la reposición de hitos y el balizamiento y la rehabilitación necesaria de algunos firmes».
Ábalos ha detallado que también se produjeron «algunas pérdidas de ingresos en las autopistas» y ha apuntado que 80.000 toneladas de sal fueron esparcidas entre el 7 y el 13 de enero, el 87% de todo lo repartido en la Campaña de Vialidad Invernal 2019.
En este ámbito de las carreteras, el ministro ha explicado que el Plan de Vialidad Invernal estaba operativo desde el 1 de noviembre de 2020, contando en su totalidad con 1.440 máquinas quitanieves y capacidad de almacenamiento de 246.000 toneladas de fundentes. Ha añadido que, una vez emitidos los avisos de AEMET, se activaron «los medios disponibles en cada uno de los territorios en los que existe un aviso», para después apoyar las zonas más afectadas por las nevadas «con equipos de zonas colindantes con menor afección».
En el caso de Adif, el titular de Transportes ha elevado a 19 millones la factura dejada por el temporal por la reposición de infraestructuras ferroviarias, carriles, la tala de árboles, limpieza de vías, trincheras y maquinarias.
En Renfe, otros 6 millones en reparaciones de material rodante y en el Centro de Experimentación Cedex otros 6 millones por el colapso de la cubierta de la nave de ensayos de experimentación marina.
Respecto a Aena, Ábalos ha cifrado en dos millones el coste de la reparación de instalaciones dañadas por la borrasca, como las instalaciones contra incendios, las balizas de señalización y las marquesinas de los aparcamientos.
Según ha indicado, como consecuencia de la borrasca, «se dieron casos de vehículos bloqueados en las carreteras, se tuvieron que suspender los servicios ferroviarios y se produjo el cierre de las pistas del aeropuerto de Barajas, al igual que ocurre en otras latitudes con mayor frecuencia de estos episodios meteorológicos extremos y que esta semana hemos podido ver en el aeropuerto de Nueva York».
«LAS PREDICCIONES ESTABAN, LOS AVISOS, ESTABAN»
Durante su intervención, el ministro de Transportes ha asegurado que, «modestamente», cree que se contó «con predicciones meteorológicas precisas». «Otra cosa es que luego, cuando vemos la realidad o las consecuencias de estas predicciones, siempre nos sorprendan. Pero las predicciones estaban, los avisos, estaban», ha insistido.
En este sentido, ha puesto de relieve que fueron esos avisos los que «permitieron movilizar todos los medios disponibles». Además, ha indicado que, en relación con la magnitud de la borrasca, el número de incidencias «no han sido de gravedad» o relativamente «bajo» respecto a «otros episodios».
Ábalos considera además que las incidencias «se han ido solucionando en relativamente breve plazo con la mayor diligencia posible» y ha añadido que el Ministerio que dirige ha cubierto sus propias responsabilidades, así como ha dado servicio a otras administraciones.
«Este temporal, de magnitud no vista en más de setenta años, debe servir para, a partir de la evaluación de la actuación desarrollada, aprender de lo que ha sucedido y estudiar posibles mejoras futuras», ha manifestado.
El ministro ha argumentado que «tanto en el ámbito sanitario como en el climático, la incertidumbre es clara y, por lo tanto, han pasado setenta años desde una cosa parecida, pero nadie nos asegura que la próxima pueda ocurrir bastante antes».
Ábalos también ha querido poner de relieve la colaboración entre administraciones y ha puesto en valor a las «cerca de 13.000 personas, en su mayoría empleados públicos, que han colaborado con su compromiso de servicio público, para resolver la situación en todo el país, pero también muchos otros trabajadores de empresas privadas concesionarias que trabajan también para la administración».
En este punto, el ministro ha destacado «especialmente a todos aquellos que han arriesgado su vida», como los conductores de quitanieves heridos en accidentes por vuelco en Cuenca, Burgos, Valladolid y Castellón.
Ante las críticas por parte de los representantes del PP y Vox sobre la supuesta inacción del ministro ante situaciones de emergencia, Ábalos ha asegurado que estuvo en Madrid durante la crisis de ‘Filomena’ y ha rememorado la situación que vivieron miles de conductores atrapados en la AP-6 durante la nevada del fin de semana del 6 y 7 de enero de 2018.
«Sus compañeros en el año 2018, con unas nevadas entre el 6 y el 7 de enero, pues estaban en Sevilla viendo un partido de fútbol. Ni más ni menos que el ministro del Interior, que es el que dirige el Sistema de Protección Civil y el director general de Tráfico», ha replicado el ministro en alusión Juan Ignacio Zoido y Gregorio Serrano, respectivamente.