El aguacate está de moda sobre todo entre los millenials. Sobre una tostada, en guacamole, en ensalada, troceado de varias maneras, en el desayuno o el brunch. En las cafeterías más modernas no puede faltar esta opción y muchos restaurantes ya ofrecen algún plato donde está presente el aguacate. En Instagram también tiene un gran protagonismo y podemos encontrar más de cinco millones de publicaciones bao el hashtag #avocado. Es casi un símbolo de nuestro tiempo, incluso Miley Cyrus se ha tatuado un aguacate.
LAS CIFRAS DEL AGUACATE
En España, en 2012 se importaban 34.000 toneladas de esta fruta y en 2016 la cifra alcanzó las 73.000, más del doble. Los datos respecto a Europa también recogen un crecimiento similar, con un crecimiento de 140 millones de kilos desde 2017 a 2018. EE. UU. son los mayores exportadores de aguacate a nivel mundial. Con estas cifras podemos hacernos a la idea de la locura que ha provocado desde hace unos años este producto verde, de textura suave y sabor delicado. ¿El motivo? Además de la moda en sí misma, se destacan sus propiedades nutricionales. Tiene muchas proteína, fibra, ácido oleico, un montón de minerales, hidratos de carbono, lípidos y vitaminas A y C. Esto le ha colocado en podio de los superalimentos. Pero no es oro todo lo que reluce, y existen motivos de peso para pensárselo dos veces antes de meterlo en nuestra cesta de la compra.
