Los asesores de los partidos políticos son un cajón desastre donde cualquiera puede entrar para lo que sea. Este es el caso de Miguel Ángel Regodón Alegre, un asesor del PP de Madrid que trabaja en el Ayuntamiento de la capital cuya trayectoria laboral llama la atención tanto por su diversidad como por los avales que le han llevado ahí. Regodón tiene que darle las gracias sobretodo a su mujer, la alcaldesa de Pozuelo, Susana Pérez Quislant. Desde que se coronó entrando como jefe de campaña de la propia Quislant (entendemos que por méritos propios) en 2019, su trayectoria se ha mantenido al alza. Lo que deslizan fuentes del Partido Popular es que Quislant no soporta la idea de que Regodón no flote en torno a algún cargo dentro del partido y que «llora» a todo el que pasa por delante para que «coloque» a su marido. Sea como sea, Regodón no ha soltado el cargo de asesor en diferentes ámbitos desde 2008.
No es tan fácil entrar como asesor. Y menos en el Ayuntamiento de Madrid, pero parece que es lo suficientemente grande como para albergar los codiciados consejos de Regodón. De hecho, la pregunta que más se repite en esta cuestión es cómo es posible que la alcaldesa de Pozuelo tenga tanta mano como para ayudar a la carrera de Regodón, dado que desde hace casi 15 años el asesor no ha dejado de dar coletazos por la administración pública y por los partidos políticos sin que nadie sepa quién es. En cualquier caso, desde que Quislant perdió el decoro y le nombró directamente y sin vaselina como jefe de campaña de su candidatura a las elecciones municipales de Pozuelo de Alarcón, ya poco queda por enseñar. El marido de la regidora también ha trabajado en el sector privado, pero no desde que Quislant entró en política.
Los consejos de Regodón son codiciados (al parecer) por todos los consistorios madrileños. Del año 2008 al 2011 trabajó como asesor técnico de urbanismo en el Ayuntamiento de Móstoles. Tras esto, fue tal el buen rollo que mantuvo con el equipo de gobierno local que se convirtió directamente en director técnico de la Presidencia del Ayuntamiento de Móstoles, donde estuvo hasta 2015. Cuando acabó su etapa en este gran municipio madrileño, el marido de la alcaldesa debió tener el buzón algo colapsado de peticiones y decidió aconsejar a Alcorcón en calidad de coordinación general del ayuntamiento donde no duró ni un año al frente del puesto para después dar el salto laboral al Ayuntamiento de Madrid como asesor del grupo municipal. Toda una trayectoria de cargos que dependen absolutamente del partido político y donde llegó, según las fuentes consultadas del PP, con la inestimable ayuda de su pareja.
la alcaldesa ha ejercido una importante presión para que todo quede en pareja
Lo que deslizan desde el PP y que confirman fuentes cercanas del equipo de Quislant es que la alcaldesa ha ejercido una importante presión para que todo quede en pareja, incluso de dónde proviene el dinero del sueldo. Los euros que entran a ese matrimonio provienen desde hace tiempo de puestos públicos. El caso de Susana Pérez Quislant es diferente dado que ganó las elecciones de Pozuelo en mayo de 2019 para vanagloria de su marido. El caso de Regodón, sin embargo, ha levantado algo de malestar dentro de la formación porque más de un político ve cómo las insistentes y eternas peticiones de Quislant acaban con este asesor colocado por algún lado de lo que sea. E insistimos que lo que más sorprende a todos es la influencia que Quislant pueda tener en el partido a nivel autonómico, dado que cada vez que habla aparece Regodón como asesor técnico de lo que sea en un municipio de Madrid. Quién sabe, igual el próximo pueblo al que asesore podría ser el tuyo.
Por supuesto, desde el Ayuntamiento de Madrid, al menos en las altas instancias, nadie sabe a ciencia cierta quién es Regodón ni de dónde procede. Asesora al grupo municipal, que es lo mismo que decir que no asesora prácticamente a nadie, y no es fácil que quienes rodean a este patriótico asesor que acostumbra a hacerse fotos rodeados con banderas rojigualdas conozcan cuál es el aval que ha llevado a un asesor de Móstoles y Alcorcón a trazar estrategias de partido con los populares. No olvidemos que la trayectoria académica del marido de la alcaldesa de Pozuelo se basa en la licenciatura de Derecho.
MALESTAR EN EL PP CON QUISLANT
El trasfondo de todo esto no ha gustado en el PP de Madrid. Es cierto que ahora no es un momento en el que todo esté bien estructurado, pero el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón y el Partido Popular de Madrid no están precisamente en la misma onda. En cualquier caso, dentro de la paranoia que se vive dentro del consistorio, parece que Susana Pérez Quislant sobrevive a pesar de todo aun sin tener apoyos específicos dentro del partido. Las fuentes aseguran que no es que Génova tenga ojeriza a Pozuelo, pero sí que señalan que es un punto irrelevante para el PP de Madrid. Los pequeños dolores de cabeza que da Quislant con estrambóticas ideas como la de montar un parking al lado de un parque natural no son recibidas de buena gana por el partido en la capital.
SIN PACIENCIA PARA JEFES DE PRENSA
Donde no se atreve a colocar a su marido es como jefe de prensa, donde Quislant no parece encontrar con el perfil adecuado. No sabemos con exactitud si les “odia” o si directamente le gusta consumirlos por renovar su imagen de cara a los medios de comunicación. La alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, Susana Pérez Quislant (PP), tiene una curiosa obsesión con los jefes de prensa. Fuentes del ayuntamiento consultadas aseguran que a la actual dirigente de comunicación no mantiene una buena relación con la alcaldesa. Pero lo cierto es que esta “rezagada del consistorio” es la número nueve de los últimos cinco años. Vamos, que la regidora de este municipio madrileño lleva una media de dos jefes de prensa por año. ¿Qué tiene Pérez Quislant para que le duren tan poco los responsables de prensa? Desde MONCLOA.com no nos atrevemos a mencionar el nombre de quien actualmente ostenta el cargo por responsabilidad, pero los números y la trayectoria de la alcaldesa de Pozuelo no son favorables a la que no puede ser nombrada.
