La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha asegurado, en el marco de la Semana Mundial de la Alergia, que tendrá lugar del 13 al 19 de junio, que el riesgo de anafilaxia tras la vacuna del Covid-19 es «extremadamente bajo».
La anafilaxia es una reacción alérgica grave de instauración rápida y potencialmente mortal. En términos clínicos, se trata de un síndrome complejo, desencadenado por mecanismos inmunitarios o no, con aparición de síntomas y signos sugestivos de una liberación generalizada de mediadores de mastocitos y basófilos, tanto en la piel (eritema, prurito generalizado, urticaria, angioedema) como en otros órganos (gastrointestinal, respiratorio o cardiovascular).
En este sentido, y en el contexto del inicio de la vacunación frente a la COVID-19, se detectaron una serie de reacciones alérgicas que alertaron a la población que sufre esta patología.
«El grado de incidencia de la anafilaxia tras la administración de la vacuna frente al coronavirus es extremadamente bajo», ha dicho la presidenta del Comité de Medicamentos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Nancy Ortega, para informar de que en España sólo se han detectado 10 casos de anafilaxia por millón de personas a las que se ha administrado una vacuna contra el Covid-19.
A nivel general los casos de anafilaxia por estas vacunas son mucho más frecuentes en mujeres, sobre un 90 por ciento aproximadamente y la gran mayoría tiene antecedentes de alergia grave a medicamentos o alimentos, si bien ha doctora ha asegurado que ningún paciente alérgico ha fallecido como consecuencia de la administración de la vacuna frente a la Covid-19. En cuanto a los síntomas que se han detectado tras el suministro de la vacuna, se han notificado picor generalizado, urticaria o angioedema.
Por otro lado, la experta ha recordado que cuando los pacientes acuden al centro para que les administren la vacuna frente a la Covid-19, aparte de que los sanitarios siguen los protocolos de prevención de reacciones alérgicas (tiempo de observación de 15 minutos para pacientes que no han sufrido ninguna reacción previa, 30 minutos para los que sí han sufrido alguna reacción alérgica pero no grave y 45 minutos si el paciente tiene antecedentes graves de alergia a medicamentos o alimentos) todos los puntos de vacunación cuentan con los medicamentos adecuados y los medios para tratar las reacciones.
«Los pacientes deben estar tranquilos, ya que en los centros donde se administra la vacuna tienen el personal adecuado y entrenado, así como los medios para poder tratar una posible reacción alérgica, ya sea anafilaxia o no. Aun así, la reacción alérgica más frecuente a esta vacuna no es la anafilaxia, sino la urticaria», ha detallado la doctora Ortega.