El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido que la «brecha de vacunación» entre los países ricos y los pobres constituye una amenaza puesto que el virus podría mutar y convertirse en más mortífero, por lo que ha reivindicado la adopción de un plan de vacunación mundial.
Durante su discurso en el almuerzo en su honor que han ofrecido los Reyes en el Palacio Real, Guterres ha incidido en que «la pandemia es una tragedia mundial y España no se ha librado de ella» y ha pedido que igual que se piensa ya en la recuperación «no debemos olvidar que la pandemia sigue activa y de hecho matado más personas en los primeros seis meses de 2021 que en 2020».
El jefe de la ONU se ha referido en particular a la situación en el sur de Asia, donde se ha puesto de manifiesto «lo que puede ocurrir cuando el virus se instala en un país en desarrollo», en referencia a India, y en África, «motivo también de gran preocupación».
En este sentido, ha advertido de que «la brecha de vacunación mundial nos amenaza a todos porque a medida que el virus va mutando se puede volver aún más transmisible e incluso más mortal».
Por ello, ha sostenido, «necesitamos hacer un esfuerzo denodado para vacunar a todas las personas en todas partes», dado que la vacunación en «los países con mayor nivel de ingresos la vacunación está avanzando 30 veces más rápido que en los países con ingresos más bajos».
Es ahí donde entra, ha dicho, su llamamiento en favor de un plan de vacunación mundial. Este plan «sería implementado por el equipo de emergencia integrado por los estados fabricantes de vacunas o que pueden producirlas, la OMS y las instituciones financieras internacionales».
Ese equipo, ha añadido, «trabajaría con la industria farmacéutica solucionando los problemas de propiedad intelectual y de transferencia de tecnología para duplicar la producción vacunas y para garantizar que esta llega a todos lo más temprano posible en 2022.