El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha anunciado su intención de «incorporar al Gobierno eclesial a laicos y, por lo tanto, a mujeres para que tengan voz y voto» dentro del proceso de renovación de la Diócesis. Además, ha pedido que el 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres, se rece por «las valientes mujeres ucranianas que huyen del horror de la guerra, salvando la vida de niños y ancianos».
Elizalde ha escrito una carta por el 8M, en la que resalta «la voz, participación y presencia femenina en la Iglesia de Vitoria», como muestra de la «rica pluralidad diocesana».
El prelado ha afirmado que se está «reconociendo la pluralidad de la Iglesia, donde nadie sobra, como una riqueza y signo de progreso». En este sentido, ha puesto en valor la «igualdad y la complementariedad» entre el hombre y la mujer, «llamados ambos a sentirse protagonistas de la historia de la salvación».
Haciéndose eco de las reflexiones del Papa Francisco sobre la figura de la mujer en el seno de la Iglesia, ha apostado por «escuchar y apoyar todas las iniciativas que en la Diócesis se lleven a cabo para dar más presencia a la mujer en la vida de la Iglesia». «La mujer ha demostrado con creces su energía y su capacidad en la sociedad y por supuesto en la Iglesia», ha asegurado.
Con motivo del 8 de marzo, ha querido recordar «a todas esas mujeres que están cargando a sus hijos y a sus mayores, huyendo del horror provocado por la invasión militar de la segunda potencia militar del mundo».
MUJERES UCRANIANAS
El obispo de Vitoria ha recordado la guerra en Ucrania provocada por la invasión rusa y ha invitado a «mirar a estas mujeres valientes y heroicas de Ucrania», para emplazar a la ciudadanía a «seguir rezando por ellas».
En este sentido, ha destacado el papel de la mujer en los conflictos bélicos como «un oasis de paz y esperanza donde las familias pueden descansar y ver luz en medio de tanta oscuridad».
«Ante las imágenes que nos llegan del éxodo de ucranianos, vemos mujeres al frente de sus familias desplazándose a Polonia, Hungría o Eslovaquia con el objetivo de no morir y salvar a sus hijos y a sus ancianos», ha añadido.
Por ello, ha recordado que en la Diócesis alavesa «serán también recibidas para impulsar esa esperanza de la que ellas son portadoras». Además, se ha referido también a la pobreza que afecta especialmente a las mujeres migrantes a las que hay que «seguir ayudando cada uno desde sus posibilidades».
Sobre la violencia contra la mujer «tanto de manera directa como vicaria», ha rescatado las palabras del Papa Francisco cuando denunció que «herir a una mujer es ultrajar a Dios». «Desde la Santa Sede se está impulsando la presencia y voz de la mujer en estamentos eclesiales» y también aquí.
«En nuestra Diócesis de Vitoria son muchas las mujeres que ocupan profesionalmente puestos de dirección con distintos grupos a su responsabilidad», ha apuntado, para asegurar que su intención es, en el proceso de renovación de la Diócesis, «incorporar al Gobierno eclesial a laicos y, por lo tanto, a mujeres para que tengan voz y voto».