Los cabecillas de la Operación Carioca, José Manuel García Adán y José Manuel Pulleiro, fueron condenados a un año y cinco y cuatro meses de prisión, respectivamente, por blanqueo de dinero procedente de la prostitución. Ambos proxenetas son los principales sujetos de la investigación de Carioca, especialmente Adán, quien es el jefe de la red de prostitución de Lugo. Ahora cumple una condena de más de 20 años por abusar de su expareja.
Finalmente, ha habido acuerdo de conformidad en la Audiencia Provincial de Lugo, en donde también se juzgaba a otro socio de Adán, José Montesinos Cancela, que aceptó tres meses de prisión y 9.000 euros.
Por su parte, Adán deberá abonar un total de 387.959 euros, mientras que a Pulleiro se le impone la cantidad de 142.935 euros. En principio, la fiscalía pedía cuatro años y tres meses de prisión para el cabecilla, García Adán, así como el pago de una multa de 700.000 euros.
Para el encargado de los clubs de alterne, José Manuel Pulleiro, se pedían dos años y tres meses de prisión y pago de 300.000 euros, mientras que para el supuesto testaferro se pedían 20 meses de cárcel y multa de 20.000 euros.
ACUSACIÓN
Según relataba la fiscalía en su escrito, el principal acusado, José Manuel García Adán, era dueño de dos clubs de alterne de Lugo, donde ejercían la prostitución mujeres extranjeras, mayoritariamente brasileñas. Por estos hechos se sigue contra él y uno de sus socios un procedimiento por 54 delitos de prostitución y uno contra la salud pública.
En los registros practicados en los dos clubs de alterne, se localizaban importantes cantidades de dinero, así como 29.500 euros en una cuenta bancaria y 79.950 euros en una caja de seguridad vinculada a una cuenta a nombre del acusado.
Ahora, Adán ha asumido los delitos de blanqueo de capitales y contra la hacienda pública, al igual que los otros dos procesados.
El abogado de uno de ellos, José Olloki, ratificaba el acuerdo y los tres meses que se conformaban para Montesinos Cancela y una multa de 9.000 euros, lo que le ha llevado a concluir que están «satisfechos» con lo estipulado en la conformidad.
