Alberto Núñez Feijoo prohíbe «abrir la boca» a sus primeros espadas

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, está de enhorabuena. Y como buen gallego, no quiere menear más de la cuenta las cosas por miedo a que las encuestas cambien de tendencia. Hasta ahora, todos los sondeos reflejan lo mismo. Ante las buenas noticias, Alberto Núñez Feijoo ha «prohibido» abrir la boca a los primeras espadas como el coordinador general del PP, Elías Bendodo, u otros dirigentes populares. Solo Cuca Gamarra, secretaria general del partido, tiene permiso para salir en alguna foto y soltar algún que otro comentario. Pero por lo demás, fuentes de Génova aseguran a MONCLOA.com que Feijoo no quiere «gafar» la buena racha y quiere dejar que sea el PSOE el que se hunda por inflación y por el desgaste. «Nadie quiere hablar porque las cosas van bien», aseguran fuentes de alto nivel del Partido Popular.

Las encuestas son buenas, pero no lo suficiente. El presidente del Partido Popular tendría una intensa dependencia de Vox si se celebraran ahora las elecciones generales. Este es el primer problema que Feijoo quiere quitarse de encima al más puro estilo del presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla. El problema es que si ya Feijoo era un presidente de partido al que le gustaban poco los comentarios arriesgados, con las encuestas de cara se ha aferrado a la «doctrina Rajoy» y no quiere que nadie de su partido salga ante las cámaras a lanzar comentarios que puedan hacer caer la buena racha popular. El primero al que han pedido discreción y silencio, curiosamente, ha sido al coordinador general del PP impuesto por el presidente andaluz. Elías Bendodo ha pasado a un plano infinitamente más discreto por orden de Génova. Y más ahora que ha salido a relucir su foto en Times Square en un momento en el que el partido quería hacer campaña contra el viaje de Irene Montero a Nueva York.

Las fuentes de Génova aseguran que Feijoo ha impuesto la doctrina del perfil bajo para evitar problemas. Ya cuando arrancó la era del expresidente de la Xunta tuvieron problemas mediáticos serios a la hora de presentar la «España plurinacional». Cualquier comentario era susceptible para sacarle punta, pero Feijoo ha aprendido de sus errores y ha decidido hablar con su nueva ejecutiva para pedirles perfil bajo y discreción, en una clara alusión a Elías Bendodo. «Cuando las cosas van bien, lo mejor es callarse y no salir ante los medios», aseguran fuentes solventes del Partido Popular. A esto hay que añadirle que Feijoo nunca ha sido partidario de hacer ruido.

Feijoo nunca ha sido partidario de hacer ruido

El propio presidente del Partido Popular mide mucho sus palabras. Ha salido a la palestra a hablar del viaje de Irene Montero y de la inflación, también comentó lo «bien» que lo hizo el Gobierno durante la Cumbre de la OTAN y ahora ha avisado de que viene una «profunda recesión económica». Son comentarios muy estudiados que simplemente pretenden decir que aún están ahí, pero desde Génova insisten en que lo tienen todo muy medido. Solo Cuca Gamarra tiene permiso para salir ante los medios y ha decidido no hacerlo. O por lo menos hacerlo con discreción. El resto se ha sometido a la «doctrina Rajoy» y están preparados para no hacer nada hasta que lleguen las elecciones. Todos confían en que la tendencia de las encuestas será la misma dado que la oposición tiene un gran aliado: la inflación. Y este aliado no parece que vaya a bajar la intensidad en los próximos meses. Mientras las cifras económicas sigan en este rumbo, el PP espera ganar por inercia, no por un trabajo de oposición intenso.

Por otro lado está el impulso que les ha dado Juan Manuel Moreno en Andalucía. Esa victoria ha remarcado la otra pata de la estrategia de Alberto Núñez Feijoo: asegurar que no pactarán con Vox bajo ningún concepto para aislar a la derecha y conseguir el voto del centro. Fagocitar a Ciudadanos es el plan que tiene el presidente del PP. Y después de ver la mayoría absoluta de Moreno Bonilla en Andalucía, Feijoo tiene claro que es más efectivo echarse al centro que intentar seducir al electorado de Vox. «Por cada voto que ganamos en la derecha, perdemos dos por el centro», insisten fuentes del PP.

Queda poco más de un año para que se celebren las elecciones y todos los datos económicos parece que acompañarán al PP. Aún así, Feijoo ha abrazado un discurso muy echado al centro al lanzar mensajes como que son el partido de los salarios bajos y acompañarlo del rechazo a la subida del salario mínimo o de las «pretensiones» de flexibilizar más el mercado laboral. Sea como sea, parece que el presidente popular no hará demasiados comentarios en este sentido hasta que se acerque la campaña electoral. Mejor no tocar lo que ya funciona. Esta es la doctrina del nuevo Partido Popular.