La micropigmentación capilar es una especialidad de la estética que tiene como objetivo simular el rapado del cabello en personas con alopecia.
Jose Moraleda, técnico de la firma INBLAK, explica que ese look se logra mediante la inserción de pigmentos en la capa superficial más de la piel.
Este tipo de procedimiento ha ganado mucha popularidad en los últimos años frente a otras alternativas más invasivas y complejas como el trasplante de cabello, puesto que se trata de un procedimiento sin cirugía, que se aplica en distintos grados de calvicie y que también sirve para disimular cicatrices.
Auge de la micropigmentación frente al trasplante capilar
El fenómeno de la micropigmentación capilar surgió en los Estados Unidos hace algunos años. En este país, los hombres de las comunidades afrodescendientes y latinas comenzaron a usar este recurso para simular el aspecto rapado. A partir de allí, el look se extendió a toda la población. En España, país donde el 42,65 % de la población masculina sufre de alopecia, comienza a ser una tendencia cada vez más popular.
La razón por la que este tratamiento está ganando muchos seguidores es que, además de las ventajas ya mencionadas, es muy accesible. Asimismo, la micropigmentación logra restaurar la línea del cabello en pocas sesiones y los pigmentos utilizados son biocompatibles. Otra ventaja muy apreciada por los pacientes es que el procedimiento es casi indoloro y tiene efectos inmediatos.
Un trasplante de cabello es más costoso, requiere un cuidado posterior más estricto que puede requerir un tratamiento adicional. Por otro lado, el procedimiento es más invasivo y deja cicatrices. Además, con el injerto siempre existe un riesgo de infección y, en algunos casos, no es procedente por la falta del cabello donante.
Cómo es el procedimiento de micropigmentación
A través del centro especializado INBLAK, José Moraleda ha sido testigo del auge de la micropigmentación capilar. Explica que el tratamiento en general es muy sencillo, el cual empieza con una evaluación inicial. Advierte que la tonalidad final debe ser grisácea o ceniza con diferentes tonos de intensidad, según las características del paciente para obtener un resultado uniforme y natural.
Dependiendo de la intensidad de la alopecia, cada persona requerirá de 3 sesiones, más una cuarta para hacer los retoques finales. Cada una de ellas dura entre 2 y 3 horas y deben pasar, al menos, 10 días entre las intervenciones. Moraleda afirma que esa espera es necesaria para permitir que la piel se recupere.
El técnico de INBLAK comenta que muchas personas confunden el procedimiento de micropigmentación con la del tatuaje. Moraleda aclara que la primera es una intervención correctiva semipermanente y el segundo es meramente decorativo y de carácter permanente. Añade que, por ello, la aparatología, los pigmentos y los productos son distintos.