El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha afirmado que no tiene previsto modificar la fecha prevista para la celebración de las elecciones autonómicas como consecuencia del adelanto de los comicios generales anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una medida que, según ha reconocido, le ha cogido por «sorpresa». De esa forma, ha afirmado que los comicios autonómicos, que en principio deberían celebrarse en julio de 2024, «serán cuando tengan que ser».
Urkullu, que ha comparecido ante los medios de comunicación para presentar el ‘Plan del Sistema Universitario 2023-2026’, ha expresado su deseo de que, pese al final anticipado de la legislatura estatal, lo que queda de legislatura vasca –en principio concluiría a principios de verano de 2024– pueda desarrollarse con cierta «normalidad». De esa forma, ha explicado que no ha «pensado» en adelantar la fecha de las elecciones autonómicas pese a la decisión adoptada por Sánchez.
Respecto a las consecuencias del final anticipado de la legislatura estatal, ha afirmado que viene a «ratificar» una situación caracterizada por el «incumplimiento» de los compromisos del Gobierno central respecto a la transferencia a Euskadi de las competencias estatutarias pendientes.
Iñigo Urkullu ha considerado que la decisión adoptada por Sánchez, sobre la que ha afirmado que ha cogido por «sorpresa» a toda la sociedad, a él mismo, e incluso al propio PSOE, demuestra que, para el presidente, las elecciones del pasado domingo eran «la primera prueba de una campaña para las elecciones generales».
En todo caso, ha afirmado que, por su parte, «en absoluto» ha pensado en adelantar los comicios autonómicos. «Siempre he querido diferenciar lo que son los procesos electorales en cada una de las convocatorias, sabiendo cuál es el objetivo de cada una de las mismas», ha apuntado.
De esa forma, ha subrayado que su Ejecutivo tiene «un plan, un programa de gobierno y un programa legislativo», con el que están «comprometidos» y que espera «poder cumplir con absoluta normalidad si las circunstancias nos lo permiten».
En este sentido, ha precisado que es consciente de que desde la celebración de las elecciones municipales y autonómicas en otras comunidades autónomas, «nos adentramos en un año de elecciones generales», lo que «incide también en la vida parlamentaria vasca». Urkullu, no obstante, ha afirmado que espera que las del 23 de julio sean «las últimas elecciones generales que se celebren antes de las elecciones autonómicas vascas», de forma que no sea necesaria una repetición de los comicios estatales.
Respecto al impacto del final anticipado de la legislatura en los compromisos para el traspaso a Euskadi de competencias estatutarias pendientes de transferir, ha recordado que se trata de materias recogidas en un Estatuto de Autonomía que, como el vasco, fue aprobado «hace 43 años».
Además, ha afirmado que el hecho de que se disuelvan las Cortes Generales y la convocatoria a unas elecciones generales «deja sin efecto cualquier actividad en este sentido por parte del Gobierno español».
En todo caso, ha reiterado la denuncia sobre el «incumplimiento» de los compromisos asumidos en esta materia por Sánchez. «Se ha incumplido el acuerdo que en el Consejo de Ministros del Gobierno español se adoptó sobre el cronograma de las transferencias pendientes de materializar con la Comunidad Autónoma del País Vasco. Ya veníamos sufriendo, por lo tanto, las incidencias del incumplimiento», ha añadido.
Urkullu ha rechazado hacer «cábalas» o plantear «hipótesis» sobre el perjuicio que un eventual Gobierno de PP y Vox surgido de las próximas elecciones pudiera tener para las aspiraciones de Euskadi de completar su autogobierno estatutario.
El lehendakari ha afirmado que, pese a que las del pasado domingo fueron unas elecciones municipales y forales, también se siente «interpelado» por los resultados del PNV en ellas, y ha considerado necesario hacer una reflexión «pausada y serena» sobre lo ocurrido.
Iñigo Urkullu ha considerado que será necesario analizar la posible influencia de la pandemia y del «cansancio social» en el resultado de las urnas, así como del papel que ha desempeñado cada cargo institucional –incluido el mismo– o candidato o la «percepción social» en torno a las políticas del Gobierno autonómico.
A su vez, ha manifestado que hay que tener en cuenta que Euskadi es la comunidad «líder en huelgas, manifestaciones y protestas» en el Estado, ese a que el País Vasco es un territorio «puntero» en numerosos indicadores socioeconómicos. «Todo esto también merece una reflexión», ha añadido.
Pese a reconocer que también se siente «interpelado» por los resultados electorales, ha subrayado que, por su parte, en ningún momento planteó los comicios municipales y forales del domingo «como una primera vuelta» de las generales «ni mucho menos como de las elecciones autonómicas», sobre las que ha afirmado que «serán cuando tengan que ser».
En todo caso, y dada la situación política estatal, ha indicado que la pasada campaña se ha desarrollado «en un contexto de primera vuelta de las elecciones generales».