Ya es conocido como «By Rodrigo Roche». Este asesor de Pozuelo de Alarcón no ha pisado Pozuelo de Alarcón pese a que su sueldo sale de ahí. De hecho, cobra de este consistorio pero dedica su tiempo y sus esfuerzos a otro: Majadahonda. Esta doble condición viene dada por una titiritera que maneja los hilos, pero Roche se ha saltado la ley, tal y como aseguran fuentes de Pozuelo de Alarcón, dado que no ha presentado la declaración de bienes en el municipio del que cobra. Mientras escribe en diferido para el Partido Popular de Majadahonda e intenta esconder el rastro de su paso por otro municipio (con dudoso éxito dado que sus artículos dejan su firma en la previsualización de Google), «By Rodrigo Roche» espera que le nombren asesor en Majadahonda para la semana que viene. Al tiempo, también busca personal para su restaurante de sushi.
Este asesor que no ha presentado su declaración de bienes en el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, del que cobra, está esperando que le contraten en el municipio para el que lleva trabajando desde el minuto uno. La aparición de Roche por Pozuelo es testimonial. Sin embargo, su ángel de la guarda consiguió que la administración de Susana Pérez Quislant, ya exalcaldesa de Pozuelo, contratara a este asesor sin el consentimiento de la regidora. El «estilo» de Roche ha sido tan descarado que ha conseguido pasar durante más de un mes desapercibido cobrando de un ayuntamiento mientras trabajaba por otro. Fuentes de Pozuelo aseguran que esto no es legal, pero sobretodo llama la atención que a una llamada de MONCLOA.com, el propio Consistorio ha asegurado «no saber» a qué se dedica Roche ni por qué figura como uno de sus asesores.
Rodrigo Roche sobrevive pese a las publicaciones y a las acusaciones de ilegalidad por no haber presentado su declaración de bienes, por no haber pisado Pozuelo de Alarcón y por trabajar para un ayuntamiento cobrando de otro. Esta realidad pesa mucho en el PP de Madrid. Tanto, que incluso en el PP de Majadahonda se han hartado de ver a este paracaidista impuesto correteando por las sedes populares, escribiendo artículos (aunque intenta ocultar la firma con escaso éxito) para Majadahonda y manteniendo una actitud interna que no gusta nada ni siquiera en el consistorio al que espera ir. Será Rodrigo Roche, el breve, en cuanto a Pozuelo se refiere. Ha conseguido cobrar desde el minuto uno gracias a los trabajos de intermediación de su ángel de la guarda, pero no se preocupa por las publicaciones porque vive bajo la consigna de «esto no lo lee nadie», tal y como cuentan fuentes del entorno del polémico asesor.
A todo esto hay que añadir la búsqueda de trabajadores para su restaurante de sushi. Se mezclan muchas cosas, pero el PP de Majadahonda, de Pozuelo y ahora el de Madrid empiezan a mencionar a Rodrigo Roche más veces de las necesarias debido a cómo ha gestionado su aterrizaje en el PP de Madrid y su asalto a los municipios madrileños. La opinión sobre Roche en el PP de Majadahonda no es precisamente buena. Solo su presencia durante la noche electoral del 28 de mayo dejó mucho que desear además de ser extremadamente criticada. No es precisamente un asesor querido y las críticas han llegado incluso a Sol, donde ya son conscientes de que Roche ha vuelto de la mano de los exaltos cargos de Ciudadanos.