¿Alguna vez te has preguntado por qué sientes atracción por personas que comparten tus mismos intereses y gustos? Las aplicaciones de citas parecen tener la respuesta, ya que utilizan la premisa de la similitud para conectar a posibles parejas. Pero, ¿tiene esto algún fundamento científico? Según una investigación llevada a cabo por la Universidad de Boston, la respuesta es un rotundo sí. En el corazón de este fenómeno se encuentra el «efecto similitud-atracción», una teoría que sostiene que cuanto más compartes intereses con otra persona, más fuertes son las posibilidades de que se desarrollen lazos afectivos.
Es decir, nuestras relaciones románticas tienen más probabilidades de florecer cuando encontramos en el otro un perfil que se asemeja al nuestro. El experimento realizado en la Universidad de Boston ha arrojado luz sobre este intrigante misterio del amor. Así que, la próxima vez que te sientas atraído por alguien que comparte tus mismas pasiones y afinidades, no es simplemente una casualidad; la ciencia respalda la idea de que la similitud puede ser un poderoso imán en las relaciones amorosas.
1La similitud en el amor y la atracción
En el segundo experimento, los investigadores seleccionaron a un grupo de participantes y les pidieron que completaran un cuestionario extenso sobre sus intereses y opiniones en diversos temas, desde pasatiempos y películas favoritas hasta valores y creencias personales. A continuación, los datos recopilados se utilizaron para crear perfiles ficticios de posibles parejas para cada participante, basados en el grado de similitud entre sus respuestas.
A los participantes se les mostraron estos perfiles ficticios y se les pidió que evaluaran su nivel de atracción hacia cada uno de ellos. Los resultados fueron sorprendentemente coherentes con la hipótesis del «efecto similitud-atracción». Aquellos perfiles que mostraban mayor semejanza con los participantes generaron un mayor nivel de atracción y conexión emocional. Estos experimentos proporcionan evidencia sólida de que la similitud en actitudes, intereses y valores juega un papel fundamental en el establecimiento de relaciones amorosas y afectivas. Nuestro cerebro parece estar cableado para buscar a aquellos que reflejan aspectos de nosotros mismos, lo que nos hace sentir comprendidos y cercanos a esa persona.
