jueves, 12 diciembre 2024

AMP.- Armengol subraya que Leonor sella hoy su «alianza con España» y recuerda que no hay poder que esté fuera de la ley

La presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, ha subrayado este martes que la jura de la Constitución por parte de la Princesa Leonor implica el sello de su «alianza con España» y con su «presente libre y democrático». Ha recalcado que con esta ceremonia el país hace de nuevo honor del sistema democrático por el que se rige y ha enfatizado que «no hay poder que tenga capacidad fuera del gobierno de las leyes».

Durante su discurso, pronunciado antes de tomar juramento a la Princesa de Asturias, Armengol ha hecho hincapié en que con su acatamiento a la Ley de Leyes la heredera muestra su «compromiso con la ciudadanía». «El juramento de doña Leonor de Borbón y Ortiz es la expresión pública del respeto a nuestra Constitución y del respeto al resto de nuestro ordenamiento jurídico», ha explicado, recordando que justo hoy se cumplen 45 años de la aprobación por las Cortes de la Constitución de 1978.

«Celebramos, pues, un compromiso con nuestro sistema político, el sistema sobre el que hemos construido nuestra historia reciente, que otorga el poder a través de nuestras instituciones reunidas hoy en esta casa a quien verdaderamente le pertenece: al pueblo soberano», ha abundado la tercera autoridad del Estado.

Armengol ha repasado alguno de los cambios que ha experimentado España desde 1978, 45 años en los que, ha dicho, la sociedad ha cambiado y las instituciones se han ido adaptando a las transformaciones, como, a su juicio, debe «seguir sucediendo».

«Esto nos ha permitido llegar hasta el día de hoy como una democracia consolidada y moderna» y una España «plural, abierta y europea que, desde la diversidad, afronta los retos de un mundo en profunda mutación y aquejado de conflictos que no pensábamos volver a presenciar en este siglo XXI».

También ha mencionado los avances que se han producido desde que el ahora Rey jurara la Constitución en 1986, cuando España también estaba «en transformación», acababa de ingresar en la Unión Europa, despegaba económicamente, empezaba a recibir «personas migrantes», aún libraba «una dura batalla contra la lacra del terrorismo» y se aprobaban hitos legislativos «fundamentales para la lucha de por los derechos de las mujeres».

«Han pasado 37 años y somos, de forma más robusta y profunda, aquel país democrático y libre», ha dicho, antes de añadir que España tiene «peso en el mundo», hace gala de un «europeísmo sólido», es uno de los países «más avanzados» en igualdad de género y en el reconocimiento de derechos sociales. «Este país somos hoy. Un país cohesionado, respetuoso, consciente y orgulloso de su diversidad», ha enfatizado.

Según Armengol, la Princesa Leonor es «digna representante de este país moderno y abierto al mundo», una mujer «joven» y «cercana al sentir mayoritario de su generación», una juventud que es consciente de los retos colectivos que hay por delante, como la crisis climática, la lucha contra la violencia de género, la mejor redistribución de la riqueza y la garantía de «trabajo digno para todos».

«Ser una mujer joven en la España de hoy, como lo es la Princesa de Asturias, es saber que enfrentarnos a estos desafíos es la única manera de caminar hacia un futuro digno de ser vivido. Y debemos hacerlo juntos, todos y todas», ha incidido, haciendo un llamamiento a la unidad.

En este contexto, Armengol ha subrayado: «Aquello que vale, únicamente, es nuestro compromiso con el pueblo. Siempre, y por encima de todo. Porque la democracia, señoras y señores, no es otra cosa que el poder del pueblo».

Además, ha recordado no hay nadie fuera de la ley. «Todos y todas, sometidos al Derecho, servimos los valores de la Constitución; no hay poder que tenga capacidad fuera de nuestro gobierno de leyes. Nuestra sociedad se sostiene sobre este sistema y este sistema que sostiene a su vez sobre nuestra sociedad, no pueden desoírse el uno a la otra: caminan juntos y juntos han de sortear el paso de los tiempos adaptándose a las necesidades, a las naturales transiciones del devenir histórico. El uno está conformado para que la otra sea un lugar conducido por la libertad, la justicia y la igualdad», ha proclamado.

En este contexto, ha indicado que «el juramento de la Princesa supone el firme compromiso con este presente libre y democrático, enraizado en un pasado que no olvidamos para así disponer un mejor futuro». «Una alianza con la España de hoy, que es responsabilidad de todos perfeccionar, a través del diálogo y los consensos, respetando su diversidad, su pluralidad, y haciendo de la estabilidad y la convivencia nuestra bandera», ha resumido la presidenta del Congreso.

Pese a las «incertidumbre» y el «dolor» por los «terribles acontecimientos» a se están produciendo a nivel internacional, Armengol ha apelado a un «compromiso de transformación con España para garantizar que esa «un lugar donde todos y todas podemos vivir con dignidad, en libertad, paz e igualdad» sin olvidar el reto de la igualdad de género. «En este barco llamado democracia el único lastre es la desigualdad», ha avisado.

Armengol ha salpicado su discurso de citas de poetas en catalán, euskera y gallego, lenguas que ha utilizado para saludar a los presentes y darles las gracias al acabar. En concreto, ha citado al valenciano Vicent Andrés Estellés, la gallega Xohana Torres, y el vasco Felipe Juaristi.

También ha recordado que en 1986 el entonces presidente del Congreso y ‘padre’ de la Constitución, el también socialista Gregorio Peces Barba, subrayó que «la única forma de concordia» entre españoles era el Parlamento. «Esa concordia ha de seguir siendo nuestro horizonte, hoy, mañana y siempre», ha concluido Armengol, poniendo fin a su alocución.

Hace casi 38 años, antes de tomar juramento al entonces Príncipe de Asturias también destacó la constitucionalidad de este acto y el hecho de que aquel inédito «acatamiento» a la «soberanía nacional» tuviera lugar ante las Cortes.

Asimismo, defendió la democracia parlamentaria como el «único cauce para el acuerdo básico entre todos los españoles» y como «modelo de progreso, racionalidad e integración de los conflictos sobre la base de la transacción». También dejó claro el sometimiento de todos al Derecho. «El Gobierno de las leyes, donde ningún órgano y ningún poder del Estado tiene competencia ni capacidad de acción fuera de las que estas leyes les atribuyen», dijo, en un mensaje muy similar al enviado por Armengol.

Pero, a diferencia de la actual presidenta del Congreso, dedicó toda la segunda parte de su discurso a hablar de la Corona, de su «continuidad» y de la importancia de su «fortaleza». Peces Barba elogió tanto a Juan Carlos I como el «sacrificio» de su padre, Don Juan, mientras que hoy no ha habido menciones ni al padre ni al abuelo de la heredera.

«El acuerdo de todos, el consenso de nuestro pueblo y la lealtad recíproca con la que actúan el Rey y los poderes del Estado son garantía de solidez institucional y de enraizamiento de la monarquía parlamentaria», aseguró Peces Barba, quien destacó que tanto la mayoría socialista de entonces como la oposición coincidían en «la valoración de la monarquía parlamentaria como la forma política del Estado más adecuada y más racional» para aquel tiempo.