Los políticos visitan la ‘España vaciada’ en verano

  • Los principales dirigentes optan por zonas rurales para su descanso estival.
  • Castilla y León o Galicia son algunos de los destinos elegidos, parte de la 'España vaciada'.
  • La despoblación es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el país.
  • Si hay un problema que está presente en la mayoría de mítines y programas electorales es la preocupación por la España vaciada, o lo que es lo mismo, las zonas, normalmente rurales, afectadas por la despoblación. Los políticos españoles conocen esta realidad y, aunque durante el año visitan estos territorios como parte de su agenda, aprovechan la época estival para pasar allí unos días de desconexión.

    Algunos rincones de Castilla y León, Andalucía o Galicia son los destinos elegidos por los principales líderes nacionales. Según un estudio realizado por el directorio de alojamiento de turismo rural, Ventederural, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Pablo Casado o Santiago Abascal elegirán en algún momento de sus vacaciones un descanso en zona rural. 

    LA ELECCIÓN DEL TURISMO RURAL

    El turismo rural gana cada vez más adeptos entre la clase política. El descanso, desconexión y paz que ofrecen estos destinos son el principal reclamo para estos dirigentes. Estos lugares, alejados de las grandes urbes, les permiten alejarse por un tiempo del estrés y el ritmo frenético al que están sometidos a diario. 

    Además, viajar a estos lugares es una forma de fomentar la conocida como Marca España. Bajo esta política de Estado, que comenzó en 2012, se pretende mejorar la imagen del país de cara al exterior y entre los propios españoles. Una medida que promociona todos los ámbitos, el económico, científico, tecnológico y también el cultural y social

    Los líderes nacionales aprovechan esta premisa para hacer gala de su compromiso con «la España vaciada». Con sus viajes, promocionan ese turismo rural, a zonas menos frecuentadas, en lugar de escoger otras opciones como visitar grandes núcleos urbanos, salir a Europa o, incluso, cruzar el charco en busca de destinos más exóticos.

    LOS DESTINOS ELEGIDOS

    Pedro Sánchez ya ha pasado un par de días en el Palacio de las Marismillas, en Doñana. Es la segunda vez que el presidente en funciones repite este destino desde que se mudara a La Moncloa, aunque siempre tiene un hueco para visitar su retiro veraniego preferido, la costa de Almería. 

    El clima político de este año aún no le ha permitido a Sánchez escaparse a la provincia andaluza, pero su familia sí que ha disfrutado de unos días en Mojácar, según afirman varios vecinos de la zona. La provincia de Almería sufre un acentuado problema de despoblación, ya que la mayoría de habitantes (un 75%) se concentran en zonas cercanas a la costa, mientras que la mitad de los municipios de la provincia tienen ya menos de 1.000 habitantes.

    Algo semejante a lo que ocurre en Ávila, el lugar elegido por Pablo Casado y su familia. La provincia castellanoleonesa, junto con Zamora y León son las que más población han perdido, según los datos actualizados de EPdata. En concreto, el presidente popular ha pasado unos días en Las Navas del Marqués. El municipio, a pesar de ser el cuarto más grande de la provincia, ha reducido su población en más de 700 habitantes en los últimos ocho años. 

    Albert Rivera opta por visitar las Islas Baleares, un destino que frecuenta a menudo, y que es uno de los que menos está sufriendo los daños de la despoblación, sobre todo, por su gran atractivo turístico. Otros como Pablo Iglesias tienen que pasar el verano en Madrid, aunque siempre que pueden deciden escaparse a zonas rurales como la Sierra de Gredos, que ocupa provincias como Ávila, Cáceres, Toledo o Salamanca. Todas ellas están tocadas gravemente por la huida del campo a la ciudad. 

    El último principal líder político, Santiago Abascal, muestra todos sus destinos en sus redes y muchos de ellos están afectados por la despoblación. Es el caso de Galicia, una provincia que visita cada vez que puede y que forma parte de la España vaciada. La comunidad se integra en el grupo de territorios con serios problemas de vaciamiento de población. Una situación que también vive la vecina Asturias, donde la desertización demográfica afecta a la mitad del Principado.

    EL PROBLEMA DE LA ESPAÑA VACIADA

    El número de habitantes de España ha aumentado alrededor de un 36 % desde la mitad de la década de los 70: de 34,2 millones de ciudadanos a rondar los 46,9 millones. Sin embargo, este crecimiento se ha realizado de forma irregular. Los grandes núcleos urbanos, como Madrid o Barcelona y sus alrededores, son los que más han recibido este incremento de población. 

    Mientras que otras zonas, generalmente rurales y de interior, han visto mermada su ciudadanía de manera drástica. Un problema originado por la economía, la accesibilidad a servicios y las posibilidades laborales. Castilla y León es una de las comunidades más castigadas, por ejemplo, la población de Soria se ha reducido en un 23 % desde 1975, según datos del INE. 

    Este problema, que cada día va en aumento y sin frenos, forma parte de las propuestas electorales de los principales partidos. El PSOE propone actualizar la Ley de Desarrollo Rural Sostenible y que, entre otras cosas, se fomente el empleo en estas zonas para que los jóvenes no tengan que marcharse. Por su parte, Ciudadanos defiende como su gran medida contra la despoblación realizar beneficios fiscales, por ejemplo, uno sería la reducción del del 60% del IRPF a las personas que vivan en municipios con estos riesgos.

    Precisamente luchar contra la España vaciada es una de las medidas estrellas de Podemos. La formación insiste en que hay que realizar una “discriminación positiva” para que estas zonas estuvieran cubiertas de todo tipo de servicios y que así los ciudadanos no se vieran obligados a irse. Algo parecido a lo que propone el PP, que habla de atraer a las empresas a los municipios para así mejorar el empleo. Mientras tanto Vox no menciona expresamente la “despoblación” en su programa electoral, pero sí habla de “combatir las desigualdades de oportunidades que separan a los ciudadanos del medio rural y del urbano.”