viernes, 13 diciembre 2024

Por qué Trump y Boris Johnson amenazan la economía española

  • La CEOE ha trasladado a Pedro Sánchez su preocupación sobre cómo pueden influir las políticas de Johnson y Trump en la economía española.
  • Las principales potencias económicas se están preparando para hacer frente a una nueva recesión económica.
  • La CEOE urge a formar un Gobierno estable que pueda hacer frente a una ralentización de la economía. 
  • La economía española está en la cuerda floja. Al menos así lo ve la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Son muchas las amenazas que se ciernen sobre el mercado. Que ponen en riesgo el crecimiento de la economía española. Y algunas de ellas vienen de fuera. La guerra comercial contra China que ha iniciado (y agravado) Donald Trump y el fantasma del Brexit duro son dos de los principales riesgos que tendrá que afrontar el país. Para la CEOE, las políticas de Trump y del primer ministro británico, Boris Johnson, pueden causar en España, como mínimo, una ralentización del crecimiento económico.

    Los países con más peso en el panorama internacional ya se están preparando. Están haciendo acopio de recursos para estimular una economía que, creen, entrará en recesión. Alemania, Estados Unidos, Inglaterra… Todos menos España. El parón político del país aún se prolonga gracias a la falta de acuerdo entre las formaciones progresistas. Y esta falta de Gobierno mantiene al país parado ante la amenaza que supone un Brexit duro y una guerra comercial de Estados Unidos contra China.

    Boris Johnson ha solicitado a la reina de Inglaterra que suspenda el Parlamento británico hasta el próximo 14 de octubre. Lo ha hecho con el objetivo de eliminar al órgano legislativo de la ecuación y evitar, así, que pueda entorpecer lo que parece un deseo por parte de Johnson: una ruptura sin acuerdo con la Unión Europea. Desde la CEOE han trasladado al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que están preocupados por la elevada deuda de España y por los riesgos que traerán, previsiblemente, las políticas de Trump y el primer ministro británico.

    Esperan que el Gobierno haga como los demás grandes países y, tras formar un Ejecutivo estable, se posicione para paliar las consecuencias de una ralentización económica que parece inevitable. Las empresas españoles exportan, sobretodo, a países de la Unión Europea (incluida de momento Gran Bretaña). Un Brexit duro supondría un importante golpe para muchas de las compañías españolas que dependen del comercio con Inglaterra. Tanto es así, que la CEOE ha trasladado a Sánchez esa inquietud.

    Estados Unidos estudia bajar los impuestos a los trabajadores, según han anunciado algunos medios norteamericanos. Este tipo de medidas están motivadas por dos razones: la inminente llegada de una recesión económica (en dos años, aproximadamente, según prevén los expertos) y la llegada de elecciones en 2020, en las que Trump se juega revalidar su mandato. Y desde Alemania los movimientos son idénticos. El ministro de Finanzas alemán Olaf Scholz destacó que desde el Gobierno de Merkel estaban dispuestos a inyectar 50.000 millones de euros para estimular la economía alemana (con cargo a la deuda). Pero España sigue en suspense.

    La guerra comercial que Trump mantiene contra China también puede salpicar a la economía española. Ambos países se han interpuesto cada vez más aranceles. Y, como respuesta, China ha decidido devaluar el yuan a niveles de hace 11 años. Algo que perjudicará a todos los países que negocien con el gigante asiático, incluido España. Algunos expertos aseguran que el espacio que ha dejado Estados Unidos lo podrían ocupar potencias europeas. En el ámbito agrícola España podría tener un buen nicho de mercado. Sin embargo, mientras el yuan permanezca devaluado, afectará de forma negativa a las exportaciones españolas.

    Mientras España permanece aletargada, las amenazas externas crecen. No solo ponen en riesgo el crecimiento económico español las políticas de Johnson y Trump. Italia, principal socio comercial en el Mediterráneo, ha entrado en crisis. Y Argentina amenaza con la vuelta del peronismo. Y con él, una política agresiva contra las empresas españolas que se han asentado en el país (cuya inversión supera los más de 5.000 millones de euros).

    Por todos estos retos, la CEOE ha solicitado a Sánchez que no demore más la formación de un Gobierno estable, que pueda responder a las inquietudes de los empresarios. Además de la preocupación por la economía internacional y sus repercusiones en España, la CEOE ha pedido al líder socialista que «aborde retos como el de la industria, la formación, la digitalización y la economía sumergida». Eso sí, siempre desde un signo político moderado, alejado de los extremos, que de respuesta a las necesidades económica un país amenazado por una nueva recesión.