El Consejo General de Enfermería ha avisado de que el déficit de enfermeras en los hospitales y centros de salud este verano puede ser mortal ante el riesgo de brotes de Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.
«Estamos muy preocupados, no sólo por el tradicional cierre de camas en esta época del año, sino porque no hay enfermeras suficientes para trabajar en los hospitales y centros de salud este verano. Nos están llegando notificaciones de consejerías de algunas Comunidades Autónomas alertando de que los listados para nuevas contrataciones de enfermeras se han agotado y no consiguen encontrar a personal que ocupe los puestos vacantes», ha comentado el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya.
Este déficit de enfermeras no sólo afecta a la sanidad pública, ya que hay «varios hospitales privados» que están encontrando «serias dificultades» para contratar personal este verano. «No es un año para hacer recortes. Hay que hacer todo lo posible para cubrir hasta el último rincón de España con personal cualificado. Queremos recordar al Ministerio de Sanidad y a las consejerías de Salud de las diferentes Comunidades Autónomas que la crisis sanitaria por el Covid-19 continúa tanto en España, como en el mundo, y que los recortes pueden suponer un aumento de los contagios y los muertos en nuestro país», ha recalcado Pérez Raya.
DESCENSO DE CAMAS
En la temporada estival de 2019 se cerraron alrededor de 13.000 camas en España, de un total de 92.357. La «excusa», como cada año, era que se hacía esto para adecuar la oferta a la reducción de demanda asistencial durante el verano. «El cierre de camas debe realizarse ajustado a las necesidades asistenciales y garantizando unas ratios de enfermería proporcionales a la población que se atiende. Recordemos que la ratio en España es de seis enfermeras por cada 1.000 pacientes, muy por debajo de los países de nuestro entorno (8,5 cada 1.000). Y si a esto le sumas la falta de personal la situación es insostenible», ha dicho el experto.
En los últimos meses, debido a la pandemia, los hospitales han aumentado la contratación de personal y el número de camas; y los sanitarios han trabajado turnos de «horas interminables sin días de libranza ni vacaciones» para salvar al mayor número de pacientes posible.
«No podemos olvidar lo que hemos vivido. Y, sobre todo, no podemos volver a caer en los mismos errores. Una segunda oleada puede venir en cualquier momento y la escasez de personal puede desencadenar un nuevo colapso del sistema sanitario. Además, las enfermeras están agotadas física y psicológicamente. Hay que recordar que la cara amarga de esta pandemia, además de las vidas perdidas, ha sido el estrés y el cansancio que ha dejado huella en muchos profesionales», ha zanjado Pérez Raya.