El presidente de la Comisión de Relaciones con la Administración de Justicia del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), Santiago González Recio, ha señalado este jueves que la decisión del Ministerio de Justicia de que tres semanas del mes de agosto fueran hábiles ha sido «una de las peores ideas» del departamento dirigido por Juan Carlos Campo desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
En una carta abierta publicada en el portal del CGAE y con el título de ‘Agosto: un esfuerzo baldío, un castigo innecesario’, lamenta que el mundo de la abogacía comience el curso «agitado por los coletazos que ha dejado un agosto en el que unos pocos pretendían recuperar lo que no se hizo en las muchas semanas de la fase más aguda de la pandemia». Y añade que dejar abierta la aplicación Lexnet, para presentación de escritos, con la pretensión de demostrar a los ciudadanos que la Justicia recuperaba el terreno perdido, fue un error.
Responde así el CGAE al comunicado de este miércoles del Ministerio de Justicia, que defendió que los abogados y procuradores hicieron un «uso intensivo» de los juzgados entre el 11 y 31 de agosto pasados, que fueron habilitados este año en los tribunales para tratar de superar el colapso tras el Estado de Alarma. Según la nota de Justicia, se contabilizaron 110.000 escritos iniciadores de procedimientos y más de 436.000 escritos de trámite a lo largo de los citados días.
Pero desde la CGAE no lo ven así y sostienen que el mes transcurrió con «la pereza procesal habitual». Lo dijimos desde el primer día por activa y por pasiva, por escrito y verbalmente, en la prensa y las redes sociales, individualmente y con un pronunciamiento unánime del pleno, aunque haya quien se obstinase en atribuirnos pasividad o escasa beligerancia», indica, apra luego añadir que lo pelearon hasta donde fue posible y consiguieron «un incompleto cambio legal» pero «no fue posible persuadir al Gobierno de su error.
Además, apuntan que esa pereza procesal habitual ha ido acompañada este año con una diferencia respecto a otros cursos, y es que miles de abogados y procuradores han tenido que renunciar al descanso «para estar atentos a las escasas notificaciones que arrojaba LexNet».
SIN CONCILIACIÓN Y SIN DESCANSO
Lamenta que han tenido que renunciar a conciliar con la familia y a disfrutar del descanso, y en cambio «ni siquiera ha servido para avanzar en deshacer la montaña del trabajo acumulado». «No ha tenido ninguna utilidad el marginal tráfico de notificaciones pues los juzgados apenas le han dado curso a los escritos por encontrarse la mayoría de jueces, Letrados de la Administración de Justicia y funcionarios de vacaciones», señala.
González Recio añade que este malestar se suma al preexistente derivado de los tres meses en los que la Justicia «quedó congelada por la epidemia». Y apunta que se acrecienta porque el ministerio se atribuye un éxito que las propias cifras, los abogados, los procuradores, los jueces, los LAJs y los funcionarios «se han apresurado a desmentir de forma contundente».
Concluye señalando que equivocarse forma parte de la condición humana, pero matiza que es peor obstinarse en el error por no saber reconocerlo a tiempo. «Claro que siempre hay quien, circulando en dirección contraria, piensa que son el resto los que no saben la más elemental de las reglas de la conducción», añade.