Qué debes tomar (y no es agua) para frenar el exceso de picante

Resulta increíble como una verdura tan pequeña puede convertir una receta en algo tan picante como la guindilla. Y más cuando no deja de ser una variedad de pimiento. En América, de donde es originario, se conoce como chile, y está presente en su dieta desde hace más de 5.000 años. La capsaicina es la responsable de esa quemazón o dolor en la boca tan característica del picante, que frente a lo que muchos creen no se pasa con agua. De hecho, es todo lo contrario, el agua contribuye a que la sensación de “fuego” continúe y se acrecenté. Si necesitas frenar el exceso de picante, te recomendamos lo siguiente.

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Yogur o nata

Otra forma estupenda para neutralizar el sabor de un plato demasiado picante son los lácteos. En este caso es debido a la caseĂ­na, una sustancia siempre presente en la leche y sus derivados, que atrae la capsaicina y combate el ardor. Sustituye el vaso de agua – que hará que el picor sea todavĂ­a más intenso – por uno de leche y notarás como la sensaciĂłn de quemazĂłn va a menos. Consigues el mismo resultado con cualquier otro lácteo: yogur, mantequilla, leche de coco… Lo que tengas a mano.