Bajar de peso es una de las metas más habituales que nos solemos poner a principios de cada año. Este 2021 ha comenzado con una ola polar que esta afectando a todo el país. A simple vista, las condiciones climáticas no parecen propicias para realizar actividad física. Sin embargo, está científicamente comprobado que hacer ejercicio en un entorno frío es sumamente beneficioso y nos ayuda a adelgazar. El frío aumenta una proteína liberada por los adipocitos que se llama adiponectina. Esta proteína estimula la producción de grasa parda, que a su vez convierte las calorías en calor, lo cuál se traduce en una bajada de peso.
Quemamos más calorías entrenando con frío que con calor
La gran mayoría de la gente suele considerar que el entrenar a altas temperaturas es más efectivo para adelgazar que hacerlo con frío. El razonamiento es simple: sudamos más y quemamos más calorías. Sin embargo, un estudio realizado por el departamento de antropología de la Universidad de Albany, Nueva York demuestra que dicha teoría es totalmente errónea. Al hacer ejercicio cuando está fresco el cuerpo puede quemar hasta 100 kilocalorías más por cada cuarto de hora que cuando hace calor. Esto se debe a la contracción involuntaria de los músculos generada por el propio frío. Para la elaboración del estudio, se le realizó un seguimiento a 53 personas (16 mujeres y 37 hombres). Los voluntarios entraron durante aproximadamente 12 semanas y se pudo observar que en invierno quemaban muchas más calorías que en primavera.
