El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha registrado en torno a 40 seísmos en el entorno de Santa Fe y Atarfe desde las 22,36 horas del martes a las 6,40 horas de este miércoles, entre los que destacan los tres de magnitud 4,2 y 4,5 que se sucedieron en el transcurso de una hora y se dejaron sentir hasta en 40 municipios de seis provincias andaluzas, provocando unas 500 llamadas al 112, de las que 15 se produjeron por grietas, desprendimientos y caídas de elementos.
La mayoría de las llamadas procedieron de la provincia de Granada, donde cientos de ciudadanos se echaron a la calle alertados por los temblores, aunque también desde las provincias de Málaga, Jaén, Córdoba, Almería y Sevilla, según han detallado fuentes del 112.
El terremoto de mayor magnitud alcanzó los 4,5 grados en la escala de Richter; se produjo a las 22,54 horas con epicentro en Santa Fe (Granada) y se sintió en cerca de un centenar de municipios, también de Málaga, Córdoba, Almería, Jaén e incluso en Murcia, según los datos del IGN.
Pocos minutos antes, a las 22,44 horas y a las 22,36 se produjeron otros dos seísmos de magnitud 4,2 con epicentro en Santa Fe que también fueron ampliamente sentidos, mientras que durante el resto de la noche y hasta la madrugada se han sucedido las réplicas con magnitudes inferiores a estas.
El delegado de la Junta en Granada, Pablo García, pasó anoche a fase de preemergencia el Plan de Emergencia Ante el Riesgo Sísmico de Andalucía. Este nivel se caracteriza por el seguimiento instrumental y estudio del fenómeno además de por medidas de información a órganos, autoridades y población.
El IGN ha detectado más de 200 seísmos desde el terremoto de magnitud 4,4 con epicentro en Santa Fe (Granada) que se produjo el pasado sábado.
El último informe actualizado del IGN sobre esta serie sísmica, pone de manifiesto que desde principios de diciembre de 2020 se están registrando una serie de terremotos superficiales al noroeste de la ciudad de Granada, en el entorno de las localidades de Atarfe, Pinos Puente y Santa Fe.
La serie se reactivó a finales de enero de 2021 y el pasado sábado día 23 se registró el de magnitud 4,4 con epicentro en Santa Fe, que fue «fuertemente sentido en numerosas localidades cercanas, así como en la ciudad de Granada, llegando incluso a sentirse en algunas localidades de las provincias de Málaga y Jaén».
Desde el 1 de diciembre de 2020 hasta este lunes se han calculado más de 300 terremotos en este entorno. Los expertos atribuyen la reciente sismicidad en la Vega de Granada a la aproximación continua de 4 a 5 milímetros al año entre las placas eurasiática y africana. Concretamente, a la liberación brusca de la energía acumulada en las fallas debido a este movimiento entre placas.
Los periodos de mayor actividad sísmica como el actual corresponden a enjambres, con numerosos terremotos de diferentes magnitudes en localizaciones próximas. Se desencadenan cuando la actividad de una falla produce un efecto dominó y dispara la actividad de otras fallas próximas, según ha explicado este martes el investigador de la Universidad de Granada Jesús Galindo-Zaldívar.