Leche: estos son los motivos por los que deberías dejar de tomarla

La leche siempre se ha considerado como un alimento sumamente nutritivo y fenomenal por múltiples factores, haciendo que sea consumida por numerosas personas que desean tomarla para sentirse a plenitud. Sin embargo, también existen razones negativas que pueden repercutir en tu salud, con lo cual se ha imprescindible reducir su consumo o inclusive, deberás evitarla a toda costa.

Hoy en MONCLOA te tramos 5 motivos fundamentales por los cuales deberías dejar de tomar leche, cada uno de estos efectos pueden profundizarse en el tiempo, con lo cual se hace esencial eliminar su consumo por completo.

Agudización de problemas digestivos

Los diferentes tipos de leche y sus propiedades

Un excesivo consumo de lácteos puede ser fatal para el sistema digestivo del ser humano, pero específicamente la leche puede agudizar estos problemas de índole digestivo. En esencia, según algunos datos suministrados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos, alrededor del 65% de los adultos sufría de intolerancia a la lactosa. Cabe destacar, que a la inmensa mayoría de personas les gusta comer varios productos lácteos como los quesos, las cremas y las leches, pero se hace prioritario conocer que estos alimentos pueden repercutir en el cuerpo.

La intolerancia a la lactosa sucede al instante que el cuerpo tiende a producir menos lactasa, fundamentalmente cuando se envejece. Es importante señalar, que la lactasa es una enzima que se encarga de descomponer la lactosa. Básicamente, las personas que presentan intolerancia a la lactosa; o en su defecto, aquellas que exceden el consumo de productos lácteos con lactosa, son más propensas a que padezcan de variadas infecciones estomacales, siendo los casos más representativos la hinchazón, el dolor abdominal, diarrea, náuseas y flatulencias, esto después de 1 o 2 horas después de su ingesta.

Otras investigaciones han reflejado lo que pasa al instante que el organismo  no tiene la capacidad de descomponer de manera sencilla la lactosa, puesto que esta va a viajar por el sistema digestivo y es manchada por bacterias intestinales a lo largo de un proceso de fermentación.