miércoles, 11 diciembre 2024

El Gobierno cántabro investiga vacunaciones irregulares en una residencia de Comillas

La Consejería de Sanidad ha abierto una investigación en la residencia Nuestra Señora del Carmen de Comillas ante la posibilidad de que se hayan realizado vacunaciones contra el Covid a personas a las que no correspondía.

Así lo ha anunciado el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga, a preguntas de la prensa tras las informaciones que apuntan a que se habrían vacunado en este centro el exalcalde de Comillas, el popular Pablo García Suárez, y dos exconcejales también del PP, sin que les correspondiera por motivo alguno.

Zuloaga ha explicado que, ante la denuncia que ha llegado «vía medios de comunicación» sobre la residencia, la Consejería de Sanidad ha abierto un expediente y ha exigido a este centro «total claridad» en la relación de personas para ser vacunadas que trasladaron a Salud Pública.

Y ha recordado al respecto que, en este caso, es la residencia la responsable de determinar las personas que están dentro de los grupos de vacunación y remitir la relación al Gobierno, institución que «no hace una doble función de fiscalización para conocer en cada momento quién es quién en esa relación de personas que mandan las residencias.

Y ante una situación como ésta, en la aparece una denuncia porque aparentemente se ha vacunado a personas que no estarían establecidas en estos criterios de vacunación, la residencia es «la primera que tiene que dar respuesta a las preguntas que se están trasladando ahora mismo desde la Consejería de Sanidad para tomar decisiones al respecto», ha sostenido Zuloaga.

A la pregunta de si el Gobierno tiene previsto presentar algún tipo de denuncia en caso de confirmarse los hechos, el vicepresidente se ha mostrado prudente. «No quiero adelantar escenario porque el expediente se ha abierto y lo primero que se ha hecho es recabar información a la a la residencia y por tanto, creo que es mejor mantenerse dentro del margen de la prudencia ante el avance de este expediente», ha dicho.

No obstante, ha reconocido que, de ser cierto, se trata de algo «criticable y moralmente sancionable».

«Creo que todos estamos de acuerdo en que nadie debe saltarse el calendario de vacunación; que nadie debe acceder a una vacuna cuando no le toca porque es un acto de egoísmo puro y duro, teniendo en cuenta que esa vacuna, que está prevista para una persona que podría tener unas necesidades específicas, pierde su turno por otra persona que aprovecha un atajo para acceder a ella», ha comentado.

Por lo tanto, se ha reafirmado en que «si la información es la que parece, es un acto moralmente condenable», ha concluido.