J.J. Barea, el invitiado de La Resistencia, lleva media vida soñando con jugar en España, preferiblemente en León, la tierra de su familia materna, y que lleva en el corazón. Un deseo que el base José Juan expresaba públicamente hace unos nueve años, poco después de convertirse en campeón de la NBA, en los Dallas Mavericks. Sus raíces, por parte de madre, le han mantenido siempre muy vinculado a esta tierra, en concreto a la zona de Ribota de Sajambre, una pequeña localidad de la que siempre ha escuchado un sinfín de historias. El sueño de jugar en esta región supone un homenaje a su madre Marta y a su bisabuelo Juan Fernández. Ahora, después de haber alcanzado la cumbre del éxito como deportista, podrá hacerlo realidad, con 36 años, en la última etapa de su carrera, siempre definida por un fuerte espíritu de superación, y colmada de logros.
3ETAPA EN LOS DALLAS MAVERICKS
En 2006 quiso ser elegible para el Draft de la NBA, aunque no fue seleccionado. Ese mismo verano estuvo formando parte de varias ligas y al fin, en octubre firmaba un contrato con Dallas Mavericks. Con este equipo jugó 33 partidos y después fue enviado a los Fort Worth Flyers de la NBA Development League. Después fue recuperado por los Dallas, y en la temporada 2007-08 empezó a hacerse más popular, aportando muy buenas cifras al equipo. En 2011 consiguió su primer anillo de la NBA en un partido en el campo de los Miami Heat. Tanto sus compañeros como Mark Cuban, el dueño del equipo, coincidieron en que sin la contribución de J.J. Barea no habrían podido ganar el Campeonato. Se convertía así en uno de los protagonistas del a victoria de los Dallas, y en el segundo puertorriqueño en ganar un anillo (el primero fue Butch Lee).
