J.J. Barea, el invitiado de La Resistencia, lleva media vida soñando con jugar en España, preferiblemente en León, la tierra de su familia materna, y que lleva en el corazón. Un deseo que el base José Juan expresaba públicamente hace unos nueve años, poco después de convertirse en campeón de la NBA, en los Dallas Mavericks. Sus raíces, por parte de madre, le han mantenido siempre muy vinculado a esta tierra, en concreto a la zona de Ribota de Sajambre, una pequeña localidad de la que siempre ha escuchado un sinfín de historias. El sueño de jugar en esta región supone un homenaje a su madre Marta y a su bisabuelo Juan Fernández. Ahora, después de haber alcanzado la cumbre del éxito como deportista, podrá hacerlo realidad, con 36 años, en la última etapa de su carrera, siempre definida por un fuerte espíritu de superación, y colmada de logros.
2COMENZÓ SU CARRERA PROFESIONAL CON 17 AÑOS
En su etapa universitaria jugó en los Huskies de la Universidad Northeastern de Boston durante cuatro temporadas, y fue elegido dos veces All-American. También fue seleccionado como Jugador del Año de su conferencia. . En todas las temporardas promedió 20,3 puntos y 6,5 asistencias y las cifras en la última temporada fueron 21 puntos y 8,3 asistencias, con lo que consiguió posicionarse en el puesto 18ª como mejor anotador del NCAA y el 8ª mejor pasador. Con estas cualidades J.J. Barea tenía claro a qué quería dedicar su vida y comenzó a jugar profesionalmente en 2001, con 17 años, en su Puerto Rico natal, en la liga Baloncesto Superior Nacional con los Indios de Mayagüez. Tras finalizar sus estudios universitarios, volvió en 2006 para jugar con los Cangrejeros de Santurce, donde estuvo en 9 partidos.
