El Gobierno central intenta acallar las voces sobre sus fracasos relacionados con la pandemia

La recepción de fondos por vía Next Generation está suscitando algunas dudas entre la izquierda, pero al menos el PSOE se congratula que Unidas Podemos anda eufórico con las ayudas europeas porque Pablo Iglesias ha advertido que la UE pretende salir de la crisis sanitaria de forma muy diferente al plan austero que se articuló tras 2008.

Los socialistas andan también alerta por si reciben críticas desde la izquierda por su gestión de la crisis sanitaria. Y en este caso Pedro Sánchez ha recibido un dardo del senador Koldo Martínez por el fracaso de la app Radar Covid.

«Hay estudios contrastados que señalan que el uso eficaz de esta herramienta informática permitiría alertar a 6,3 contactos por cada persona infectada, frente a los 3 de media que se consiguen con personal dedicado al rastreo. Estamos desaprovechando una herramienta importante que nos permitiría ampliar el abanico de contactos y actuar de manera más eficaz para evitar la propagación del virus«, señaló.

El PSOE no ha intentado que la polémica abierta por el representante de Geroa Bai (que es su socio en Navarra) se expanda demasiado, aunque desde La Moncloa señalan que aplicaciones similares han fracasado en varios países europeos y solo han funcionado en Corea del Sur y otros estados asiáticos.

REPUBLICANISMO

Pedro Sánchez también tiene que lidiar con las estrategias de sus socios de Gobierno y en tan solo unos días Izquierda Unida celebra su XII Asamblea con victoria probable de Alberto Garzón, que ha agudizado su vena republicana antes de las primarias.

El ministro de Consumo afirma que la República «significa entender que, en nuestro país, como en todos, la historia condiciona el presente. En los últimos doscientos años en España ha habido muy pocas victorias progresistas o de izquierdas. El poder de la reacción en nuestro país ha sido inmenso. Han sido siempre capaces de coartar cualquier intento emancipatorio».

«El ejemplo más reciente es el de la propia II República, un proceso cortado de raíz con un golpe de Estado. Eso deja un poso. Y quienes han ganado la mayoría de esas victorias han impuesto una noción de país muy reaccionaria: una España homogénea, unitaria, centralista, monárquica. Hay otra forma de concebir España que asume la diversidad y la cooperación. Una forma más democrática, republicana, que puede y debe ser la solución frente a esa fuerza que por parte del nacionalismo español es centrípeta y por parte de los independentismos es centrífuga», afirma.

El aspirante a repetir en el puesto de coordinador federal de IU dice que «no se trata de elegir entre la España de Menéndez-Pelayo y toda su corriente política -desde Cánovas del Castillo hasta el propio Pablo Casado, pasando por Primo de Rivera- o la independencia de territorios como Cataluña o Euskadi. Hay otra opción y es entender una España republicana, donde todos cabemos, donde prima esa diversidad con la defensa de los derechos de la clase trabajadora, independientemente de dónde hayan nacido».

«El republicanismo es ese elemento que une las tradiciones socialistas con las tradiciones democráticas. Significa, por lo tanto, que todo el mundo tiene derecho a una vivienda, derecho a comer, a vivir dignamente, y lo hace en un Estado que reconoce que somos diversos, que hay diferentes culturas, lenguas, formas de administrarse y que todo eso es perfectamente compatible. El republicanismo supone una democratización profunda dentro del Estado», sostiene.

TENSIONES

Más preocupante resulta para el PSOE los pulsos públicos que le está lanzando Pablo Iglesias con motivo de la ‘ley trans’ y la ‘ley del alquiler’. Y es que la formación morada está aprovechando su cercanía con algunos movimientos sociales para presionar al partido de Pedro Sánchez.

Unidas Podemos puede señalar al PSOE como un partido con problemas para tomar medidas consideradas de izquierdas y además Iglesias pretende dejar claro que Sánchez está incumpliendo varios aspectos de su acuerdo programático.