Vox aprieta a Macarena Olona para que sea la candidata andaluza a su pesar

Macarena Olona no quiere ser la candidata a las elecciones de Andalucía. Al menos es lo que desliza su entorno. Ella misma ha asegurado en mayo que no lo sería. «Amo Andalucía pero no voy a ser candidata a la Junta«, comentó la dirigente de Vox. El problema es que el partido considera que el tirón de Olona puede ser más eficiente en esta comunidad autónoma y sigue presionando a la diputada para que coja el coche y se baje a Sevilla para presentarse a las elecciones muy a su pesar. Olona no quiere, pero Vox tiene claro que debe ser ella la candidata. No es casualidad que la agenda de Macarena se haya centrado estas últimas semanas en Andalucía. Cada acto y cada paso que daba venía acompañado de un hashtag de una provincia andaluza. ¿Cederá a las presiones de la cúpula de Vox que quiere apartar a Macarena Olona para que no eclipse a Santiago Abascal y a los suyos?

Macarena Olona tuvo una comida cerca de la Puerta del Sol en la que reconoció a su entorno que si tenía que ir a Andalucía, iría. Las fuentes que relatan este hecho comentan que Olona estaba dispuesta, pero que no parecía muy ilusionada por el cambio. Esto fue a principios de año. En mayo, la conocida diputada de Vox. «Amo Andalucía pero no voy a ser candidata a la Junta. Hay muchos candidatos andaluces mucho más capacitados que yo», comentó la parlamentaria a principios de mayo. Este mensaje fue interpretado como un portazo a las intenciones del núcleo duro de Abascal, pero fuentes cercanas al partido aseguran que no está todo el pescado vendido y que seguirán «intentando» que Macarena baje a Sevilla para presentarse a los comicios autonómicos.

Antes había prisa porque no se sabía si se adelantarían las elecciones autonómicas. Ahora parece que las aguas se han calmado y que todo seguirá su curso; lo que ha sido interpretado como buenas noticias para la cúpula de Vox, que busca que sea Olona quien se baje a Andalucía para ser la candidata. En cualquier caso, lo cierto es que Vox y la parlamentaria han programado la agenda de la reconocida dirigente solo en Andalucía. Y filón que ve (como la crisis migratoria con Marruecos), filón al que se tira de cabeza para exprimir al máximo posible.

La idea que mantienen desde la cúpula de Vox es que hay que remontar en Andalucía. Esta comunidad autónoma es la primera que auguró que el partido de Abascal estaba al alza. Cuando Vox obtuvo representación en el parlamento andaluz, nadie del panorama político se lo esperaba. Sin embargo, desde ese momento, Vox fue al alza. La idea de Abascal, con el partido a la baja en las encuestas electorales, es que sea de nuevo Andalucía la que dé el empujón a su formación tal y como lo hizo en las anteriores elecciones. Con la crisis de Marruecos y la inmigración ilegal como arma, Abascal quiere que sea Olona, una de las dirigentes de Vox mejor valorada por los suyos, la que lidere esa remontada. El problema es que ella espera obtener un papel relevante y quiere seguir como diputada en Madrid.

Esta idea lleva tiempo circulando por Vox. Hasta tal punto de que la propia Olona tuvo que desmentir su posible candidatura antes de tiempo mientras que en sus comidas íntimas aseguraba que haría lo que le pidiera el partido a pesar de que no quisiera hacerlo. Ella es consciente de que quieren aprovechar su carisma en Andalucía, pero la realidad es que a esto hay que añadir la necesidad de los «aristogatos» de apartar a todo el que haga sombra a Abascal.

LAS ENCUESTAS, A LA BAJA

La desaparición de Ciudadanos no ayuda en nada a Vox. Todo ese electorado se ha ido en masa al Partido Popular (igual que algunos de sus dirigentes) y unido al desinfle de Vox, el resultado no es nada favorable a Abascal. Es cierto que la victoria de Pablo Casado le obliga a sumar con Vox para poder gobernar, pero el peso de este partido de extrema derecha cae por segundo y no saben como reanimar a la formación. El hundimiento de Ciudadanos ha convertido al PP en el caballo ganador y a Vox en la muleta de Casado, pero Abascal no tiene opciones de convertir a su partido en una alternativa viable al PP, el sueño del líder del partido.

Desde Vox tenían absolutamente claro que estas próximas elecciones serían las mejores de su historia. Los sociólogos consultados coincidían en el diagnóstico ya que la debilidad de Casado como líder de la oposición haría que el desgaste de la pandemia hacia el Gobierno aupara a Vox por encima incluso del PP. La formación de Abascal tenía claro que ellos se beneficiarían de la pandemia en algún sentido, ya que fue su partido el que capitalizó el malestar de la sociedad, no el PP. Sin embargo, el hundimiento de la formación naranja ha puesto todo patas arriba.

Lo que antes era una lectura positiva en todos los sentidos, ahora se ha convertido en otra cosa bien distinta. Vox busca la remontada en Andalucía de la mano de Olona. Un primer impulso en esta comunidad autónoma con la inmigración ilegal como bandera podría hacer un «efecto-Ayuso» que aupara al partido en las elecciones generales. Si la victoria de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha conseguido salpicar a Casado para bien, ¿por qué no pueden crear un efecto-Olona?