Miles de millones de personas se quedarán sin agua potable, saneamiento e higiene antes de 2030

Miles de millones de personas de todo el mundo se quedarán sin acceso a servicios de agua potable, saneamiento e higiene en el hogar gestionados de manera segura antes de 2030, a menos que el índice de progreso se multiplique por cuatro, según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF.

El informe del Programa Conjunto de Monitoreo ‘Progresos en materia de agua para el consumo, el saneamiento y la higiene en los hogares’, presenta las estimaciones relativas al acceso de los hogares a servicios de agua potable, saneamiento e higiene a lo largo de los últimos cinco años, y evalúa los avances en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con vistas a «garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos antes de 2030».

En concreto, el informe revela que antes de 2030, un 19% de la población mundial, 1.600 millones de personas, no tendrá acceso a agua potable salubre en su hogar; que «solo» un 67% dispondrá de servicios de saneamiento adecuados, a diferencia de 2.800 millones de personas; y que «solo» un 78% contará con instalaciones básicas para lavarse las manos, lo que significa que 1.900 millones de personas no tendrán acceso a ellas.

En este contexto, el documento señala que si se quiere conseguir el acceso universal a fuentes de agua potable gestionadas de manera segura antes de 2030, será necesario multiplicar por 10 el índice actual de progreso en los países menos adelantados; y añade que, en los contextos frágiles en los que existe el doble de probabilidades de que la gente no tenga acceso a agua potable salubre, ese índice debería multiplicarse por 23.

«Incluso antes de la pandemia, millones de niños y familias ya estaban sufriendo debido a la falta de agua limpia, saneamiento y un lugar donde lavarse las manos», ha señalado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, al tiempo que ha apostado por «acelerar drásticamente los esfuerzos con objeto de atender las necesidades más básicas de los niños y las familias, y proteger su salud y su bienestar».

Asimismo, de los datos del informe se desprende que en 2020, alrededor de 1 de cada 4 personas carecía de una fuente de agua potable gestionada de forma segura en su hogar y casi la mitad de la población mundial no tenía acceso a servicios de saneamiento gestionados de manera segura.

Además, subraya que la COVID-19 ha puesto de relieve la urgente necesidad de garantizar que todo el mundo tenga acceso a una higiene de manos adecuada. Cuando comenzó la pandemia, tres de cada 10 personas del mundo no podían lavarse las manos con agua y jabón en sus hogares.

«Lavarse las manos es una de las formas más efectivas de evitar la transmisión de la COVID-19 y de otras enfermedades infecciosas; sin embargo, en el mundo hay millones de personas que no tienen acceso a una fuente de agua potable segura», ha afirmado el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Por ello, ha apuntado que «las inversiones en agua, saneamiento e higiene deben ser una prioridad mundial si se quiere poner fin a esta pandemia y crear sistemas de salud más resilientes».

En todo caso, el informe revela que se han registrado algunos avances para conseguir un acceso universal a los servicios básicos de agua, saneamiento e higiene (WASH). Así, concreta que entre 2016 y 2020, el porcentaje de la población mundial que disponía de una fuente de agua potable gestionada de manera segura en su hogar aumentó de un 70 a un 74%; los servicios de saneamiento gestionados de manera segura se incrementaron de un 47 a un 54%; y las instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón crecieron de un 67 a un 71%.

Además, el documento muestra que en 2020, por primera vez, más personas utilizaron servicios de saneamiento mejorados sobre el terreno (como letrinas de pozo y tanques sépticos, que pueden contener y tratar los residuos de manera efectiva) que conexiones de alcantarillado.

En este sentido, la OMS y UNICEF subrayan que es necesario que los gobiernos garanticen las ayudas necesarias para proporcionar servicios de saneamiento sobre el terreno gestionados de manera segura, entre ellos la gestión de los lodos fecales.

El informe también revela otros datos como que ocho de cada 10 personas que carecían de acceso a servicios básicos de abastecimiento de agua vivían en zonas rurales; y que los servicios de saneamiento gestionados de manera segura llegaron a un 62% de la población urbana mundial, pero «solo» a un 44% de la población rural.

Asimismo, detalla que en África subsahariana se registra el índice de progreso más lento del mundo; que «solo» un 54% de la población utilizaba agua potable salubre, y «solo» un 25% se encontraba en contextos frágiles.

También arroja datos sobre la salud menstrual y muestra que en muchos países, una proporción significativa de mujeres y niñas no pueden atender sus necesidades de salud menstrual. En particular, las diferencias más notables se dan entre los grupos vulnerables, como las niñas pobres y las que tienen discapacidad.