Javier Guardiola, la joven «promesa» del PSOE-M que no convence a nadie

El PSOE-M está completamente desarbolado desde que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ganara en mayo las elecciones de autonomía. El malestar se respira en cualquier conversación. La mayoría de las miradas del partido se centran en la cúspide de la formación y en su falta de liderazgo, momento en el que sale a relucir el desencanto con la portavoz Hana Jalloul. Sin embargo, hay quien en vez de mirar hacia arriba ha decidido mirar a la cantera. A esas jóvenes promesas que auguran cómo será el partido dentro de unos años y que ayudan a los partidos a conectar con su electorado de menos edad. El problema es que la decepción es casi aún mayor cuando se ve que ni hay presente ni hay futuro. El «llamado» por el PSOE para representar ese rol es Javier Guardiola. Y su entusiasmo genera más desidia que pasiones. No hay cantera, o al menos es la sensación dentro del PSOE de Madrid.

De que Guardiola le pone ganas, nadie tiene duda. Sin embargo, el pesimismo se apodera de la conversación cuando se pone sobre la mesa la proyección política de este joven socialista de tan solo 28 años. Se ha movido mucho, lo suficiente al menos como para ir en la posición 22 en las listas del PSOE a las elecciones del 4 de mayo. Ha conseguido su objetivo de cobrar un salario público durante los próximos dos años, pero no el de representar esa cantera socialista. No le ven opciones los de arriba, pero es que sus compañeros en las Juventudes tampoco apuestan por él, especialmente porque entienden que ni tiene carisma ni aspira a convertirse en un valor importante para el PSOE.

«Quiero liderar el rejuvenecimiento del PSM», comentó Javier Guardiola en su entorno durante la noche electoral del pasado 4 de mayo. «Soy un admirador de Ángel (Gabilondo)», insistió ese día ante las miradas de todos los periodistas. «El PSOE se tiene que rejuvenecer y yo quiero ser la cara que lo haga«, destacó en su momento, tal y como aseguran fuentes de Ferraz a este medio. Como se puede ver, Guardiola sabe que su presencia en el PSM y el hecho de ir como número 22 en las listas tenía el objetivo de convertirle en el activo joven llamado a dar esperanzas de futuro al PSOE. Pero con el paso de las semanas no ha hecho más que decepcionar. Y más cuando sus antiguos compañeros aseguran que la actitud del propio Guardiola ha sido un problema para los demás.

«Tiene monopolizadas las Juventudes», han contado antiguos compañeros de partido a MONCLOA.COM. «Se cree Dios y no deja acceder a ninguno más» han asegurado. Es curiosa esta afirmación porque hay muchos otros diputados socialistas que tampoco han entendido cómo políticos del peso de Carla Antonelli se han quedado fuera cuando (con sus más y sus menos) y Javier Guardiola ha obtenido un escaño como número 22. ¿Qué tiene que no ofrezcan los demás? Es la pregunta que más se repiten, porque desde luego más de uno entiende que lo único que le ha llevado «tan alto» es el hecho de que tiene pocos años. Hace falta un millennial para cubrir las cuotas y Guardiola ha sido el gran beneficiario.

«No hay nada más bonito que luchar por algo y junto a alguien»

El diputado tiene una encendida actividad en las redes sociales. También alguna que otra pomposa frase política de la que (curiosamente) se siente orgulloso. «No hay nada más bonito que luchar por algo y junto a alguien. Llamo a toda la gente joven a que luche por algo y que luche con alguien», reza en su tuit fijado. Pero lo cierto es que pese a que es un perfil muy trabajador (al menos en cuanto a relaciones en el partido), no está consiguiendo hacerse un nombre en el partido, sino más bien todo lo contrario. La idea es que Guardiola represente esa cantera que lidera (con más pena que gloria) Beatriz Fanjul en el PP o Lilith Verstrynge en Podemos.

La sensación en el PSOE es que no hay ni un liderazgo decente ni unas juventudes que aprieten. De hecho, entienden que el PSM está completamente desarbolado hasta el punto de que lo «reconstruiría», más de uno, desde cero. El problema inicial, según las fuentes, es que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su jefe de gabinete, Iván Redondo, tienen el control del partido y lo están cambiando desde cero, imponiendo nombres desde arriba, como el de Hana, y trufando en las listas a otras personas que no tienen o no han tenido relación alguna con la estructura central del PSM. «Vivir tan cerca de Ferraz y de la directiva del PSOE a nivel nacional nos hace mucho daño», reconocen fuentes del PSM.

Javier Guardiola ha sido una de esas decisiones traídas desde arriba que buscaban solo cerrar un hueco, pero no ha sido elegido por su tirón ni porque consideren que vaya a atraer voto joven. De hecho, a preguntas de este medio, fuentes del PSM reconocen que es posible que su fichaje no haya atraído ni un solo voto. Las fuentes cercanas a Javier insisten en que es un personaje «prescindible», sin ningún discurso político «recordado» y sin «carisma» que se ha hecho fuerte en la sección joven del PSOE y no deja que nadie despunte. Nadie de los preguntados, al menos, apuesta un duro por él como un perfil político con futuro.

Javier Guardiola va encaminado a convertirse en uno de esos profesionales de la política que tanto irritan a los españoles. Uno de esos que estudió la carrera y se metió en un partido político para medrar en lo público y cobrar un salario sufragado por todos los españoles por el mero hecho de existir y acudir a los plenos semanales. Con sus 28 años solo ha trabajado unos pocos meses en el sector privado. El resto de su carrera profesional la hemos pagado entre todos. Y eso que tiene dos carreras: INEF y ADE.