El presidente de Vox, Santiago Abascal, volverá a visitar Ceuta «pronto» tras ser declarado, este viernes, persona non grata por la Asamblea de la ciudad autónoma por «romper la convivencia» local, según ha anunciado el líder regional de la formación, Juan Sergio Redondo. «Va a seguir viniendo y lo hará pronto porque esta es su casa y los ceutíes optaron por auparnos como primera fuerza política en las últimas elecciones», ha adelantado en un comunicado a los medios.
Vox ha cargado contra el Gobierno autonómico que preside Juan Vivas y su partido, el PP, por su «completo sometimiento a los socialcomunistas y promarroquíes» que votaron a favor de repudiar a Abascal por tachar a parte de la población y los políticos de la ciudad, en alusión a los musulmanes, de «quintacolumnistas» de las aspiraciones anexionistas del Reino alauita.
La declaración de persona non grata del presidente nacional de Vox prosperó gracias al voto a favor de los tres diputados localistas del MDyC y Caballas y de los siete del PSOE, así como a la abstención de los del PP y los dos diputados no adscritos que abandonaron el partido de Redondo en enero del año pasado.
Vox ha tachado de «integrista peligrosa» a la portavoz proponente, Fatima Hamed (MDyC), que a su juicio es «un lobo con piel de cordero con intereses perversos relacionada con los Hermanos Musulmanes». «Tanto el MDyC como Caballas no han condenado a Mohamed VI por la invasión del pasado 17 de mayo, buscan instaurar en la ciudad los festivos de Marruecos en lugar de los establecidos por las instituciones musulmanas en España, no piden la devolución de los MENA, hacen políticas favorables a la inmigración marroquí, y hablan de Palestina pero callan cuando Marruecos invade el Sáhara», ha acusado.
Para Redondo, «el PP ha vuelto a ser decisivo para las pretensiones de los grupos promarroquíes y de los representantes del Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez en la ciudad: está en manos de la izquierda y ya no mira ni siquiera por los intereses de Ceuta porque se pone al servicio de aquellos que quieren una Ceuta cada vez sea menos española».
Abascal visitó dos veces Ceuta durante la semana siguiente a la crisis fronteriza de mediados de mayo, cuando unos 12.000 inmigrantes marroquíes. En la segunda, su empeño en ofrecer un mitin en la vía pública, acto prohibido por la autoridad gubernativa con el respaldo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) para evitar incidentes, degeneró en una concentración de más de 500 personas ante el Parador La Muralla, donde se alojaba, acusándole de «racista» y «fascista» que terminó en incidentes con cargas policiales.