Marlaska, el ministro y juez cercado por una sentencia judicial

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, pasa por las horas más bajas desde que llegó al cargo. Su estrategia de devolver a los menores no acompañados (MENAS) a Marruecos saltándose presuntamente la ley de inmigración podría ser la tumba del también juez. Y es que, la crisis de los MENAS ha acabado paciencia de todos, incluido con parte del PSOE. La oposición, a excepción del PP, ha recriminado estas repatriaciones y en algún caso han pedido su dimisión, como ha hecho Ciudadanos.

Marlaska Moncloa

Ahora, el ministro depende y pende su asiento a una sentencia judicial, que puede ser la guinda a su carrera política. Una guinda amarga que nadie querría probar. Y es que, el retorno de los menores no acompañados a Marruecos se ha convertido en una mancha de difícil limpieza en su extenso currículo.

Marlaska espera con más impaciencia que nunca la decisión del Tribunal de lo contencioso-administrativo 1 de Ceuta. Esta decisión es crucial para dejar al ministro fuera de juego. Y es que, Marlaska ha devuelto a los MENAS de Ceuta de 15 en 15, pese a ser un proceso individualizado. La justicia ceutí, por ahora, ha paralizado estas devoluciones.

MARLASKA SE AFERRA A SU SILLA Y SÁNCHEZ LE MANTIENE

En el caso de los MENAS se exige un informe exhaustivo de los motivos de la repatriación, así como dar parte a la Fiscalía de menores de Ceuta, un hecho que se ha saltado Grande-Marlaska y que ha afeado la Audiencia Nacional, que deja en manos de los jueces ceutíes la devolución de estos jóvenes.

Marlaska no ha presentado su renuncia tras permitir las devoluciones en caliente, ilegales en España, y más tratándose de menores. Esta estrategia, puesta en marcha con el beneplácito del Gobierno de Ceuta, es totalmente opuesta la ideología de Unidas Podemos, socios de Gobierno de Pedro Sánchez. Además, también ha levantado ampollas en buena parte del PSOE.

ha tildado de «inaceptable» que Grande-Marlaska haya justificado la devolución de menores a Marruecos

Según la normativa, para devolver a un menor a Marruecos hay que realizar un exhaustivo informe sobre la idoneidad de la medida. Sin embargo, la orden de Interior es devolver a estos jóvenes que llegaron a Ceuta con la inestimable ayuda de Marruecos el pasado mes de mayo. Las autoridades del país vecino abrieron su lado de la verja tras trasladar a los menas en autobuses desde numerosas ciudades con falsas promesas, como ver a Messi.

Según la Audiencia Nacional, los jueces de Ceuta tienen potestad para paralizar esta repatriación y han echado por tierra todos los argumentos del ministro. La Audiencia Nacional ha ratificado esta sentencia y ha puesto en un serio aprieto al también fiel escudero de Pedro Sánchez, uno de los pocos ministros que se mantiene en el Gobierno desde las elecciones del 10-N.

CIUDADANOS VE «INACEPTABLE» LA JUSTIFICACIÓN DE MARLASKA

Marlaska insiste en que obró conforme a la ley, a través de un acuerdo pactado entre Marruecos y España en 2007, en el que se estipulaba que el país vecino se hacía cargo de los menas. Estas devoluciones han recibido el respaldo del PP, que trata de mantener ahora un perfil más moderado respecto a la crisis de Marruecos, mientras Vox y Ciudadanos, apoyo y socio de gobierno de los ‘populares’, respectivamente, en municipios y Comunidades Autónomas han exigido explicaciones y la cabeza del ministro de Interior.

El líder de Ciudadanos en Madrid, Edmundo Bal, ha tildado de «inaceptable» que Grande-Marlaska haya justificado la devolución de menores a Marruecos bajo el amparo del pacto entre ambos países. En este sentido, ha exigido su dimisión si la Justicia da un revés definitivo a este cambio de estrategia sobre los menas. De hecho, la decisión de retornar a estos menores ha provocado una crisis interna entre los socios del Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, y unas fuertes diferencias en el seno de los socialistas.

Así, Cs y Vox quienes cobrar su pieza y mantener aún más si cabe la presión sobre el Grande-Marlaska. El secretario general de los ‘naranjas’ ha considerado que esta devolución es «la gota que colma el vaso», mientras ha acusado al ministro de Interior de cometer «infracciones de los procedimientos administrativos». Tampoco han servido las excusas dadas por Grande-Marlaska. Para Bal, el juez trata de «quitarse el problema de en medio echándole la culpa» al Gobierno de Ceuta.

VOX PIDE TODOS LOS DETALLES A MARLASKA, SIN ENTRAR EN LA DIMISIÓN

«¿La repatriación de personas en el ámbito nacional va a ser competencia de una ciudad autónoma? ¿Pero a quién pretenden engañar?», ha preguntado el también abogado del Estado. Según Bal, el argumento de Marlaska permitiría «las devoluciones a lo bruto», pero si fuera así, «sería inconstitucional», ha advertido.

En este sentido, ha recordado «el derecho a la tutela efectiva y el interés superior de la protección del menor», rechazando por completo la «interesada y absolutamente errónea» lectura que realiza el Ministerio de Interior en el pacto con el país del Norte de África.

Vox, por su parte, se ha mantenido fiel a su estilo. Pese a que la medida forma parte de su programa electoral e incluso realizaron un polémico cartel electoral sobre los menas, la formación de Santiago Abascal ha pedido la comparecencia en el Congreso de los Diputados del ministro del Interior.

La formación ha registrado esta comparecencia para que dé los detalles de esta operación. La portavoz de Vox en la Cámara Baja, Macarena Olona, ha pedido explicaciones a Grande-Marlaska y le ha exigido aportar todos los informes y datos relacionados sobre la devolución de menas.

TODO POR EL LÍDER POLISARIO

La devolución de los menores es el último episodio de una crisis institucional de graves consecuencias. El pasado mes de mayo, el Gobierno de Pedro Sánchez permitió la entrada en España de Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario, para que pudiera ser tratado de una enfermedad en España.

La llegada de Ghali a España se hizo en secreto, sin dar a conocer la operación a las fuerzas de inteligencia de Marruecos. Sin embargo, éstas detectaron la salida y consideraron que España había traicionado la confianza.

A juicio del líder naranja, el Ejecutivo debería detallar en el Congreso «cuál va a ser la posición de España» respecto «al necesario diálogo y la relación de buena vecindad» que debe haber entre ambos países, y contar con las opiniones de los partidos de la oposición.