Endesa obtuvo en los nueve primeros meses del año un beneficio neto de 1.459 millones de euros, lo que supone un descenso del 3,4% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente, informó la compañía.
El resultado ordinario neto fue de la misma magnitud, con un descenso del 14,2% respecto a los 1.700 millones del mismo periodo del año anterior. Este descenso, según la compañía, refleja el impacto negativo que la excepcional subida de los precios de electricidad, motivado principalmente por el fuerte incremento del precio del gas y, en menor medida, del de los derechos de emisión del CO2, está teniendo en su cuenta de resultados.
A pesar de este contexto adverso marcado por la escalada de las materias primas energéticas, Endesa registraó un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 3.125 millones de euros, solo un 0,4% inferior al del periodo enero-septiembre de 2020. En términos comparables, descontando las provisiones de personal por importe de 143 millones realizadas el año pasado, el Ebitda se incrementó un 4%.
Los ingresos aumentaron un 43,6%, hasta los 18.603 millones de euros, mientras la inversión alcanzó los 1.414 millones de euros, con un crecimiento del 20,5% respecto al mismo periodo del año anterior.
El desempeño del negocio regulado cumplió con las expectativas con una mejora del margen bruto del 3%, hasta los 2.248 millones de euros, mientras que el Ebitda creció un 7% hasta los 1.719 millones.
En el negocio liberalizado los incrementos se situaron en el 2 y el 1%, respectivamente. Según la compañía que preside José Bogas, el difícil contexto del mercado fue compensado por los ingresos no recurrentes procedentes, fundamentalmente, de la recuperación de costes de CO2 del año 2006 (188 millones), la devolución del canon hidráulico tras la sentencia del Tribunal Supremo (48 millones) y otros ingresos por operaciones de derivados de materias primas (297 millones de euros).
Los costes fijos totales alcanzaron los 1.403 millones, en línea con lo registrado el año anterior en términos comparables gracias a la estrategia basada en los planes de eficiencia de personal.
Mientras, la deuda neta se incrementó en un 45% hasta los 10.000 millones de euros, debido, fundamentalmente, al pago del dividendo con cargo a los resultados de 2020 abonado durante el ejercicio y al descenso del flujo de caja operativo hasta los 862 millones registrado en los nueve primeros meses.
El apalancamiento (ratio de deuda neta respecto al Ebitda), se situó así a 30 de septiembre en 2,4 veces en términos comparativos, mientras que el coste de la deuda alcanzó niveles extraordinariamente bajos, manteniendo su senda de reducción. El interés medio baja hasta el 1,5%, «lo que distingue a Endesa como la utility integrada con el coste de financiación más competitivo a nivel europeo», según destaca en su comunicado.
La financiación ligada a criterios de sostenibilidad representó el 57% del total de la deuda financiera bruta, lo que supone un importante avance respecto al 45% del ejercicio 2020. Esto sitúa a Endesa más cerca el objetivo de alcanzar el 60% para 2023.
La compañía, que mantiene sus objetivos para el ejercicio, respaldados por partidas no recurrentes y los continuos esfuerzos de gestión, señala que los resultados de los nueve primeros meses son «especialmente significativos» en la actual coyuntura, «que no beneficia a la estrategia de la compañía ni a su cuenta de resultados».
Así, detalla que en su caso, toda la generación propia de base, procedente de la energía hidroeléctrica, nuclear y de las renovables no reguladas, está vendida de antemano para cubrir los contratos de precio fijo con clientes industriales y residenciales a precios muy inferiores a los que marca actualmente el mercado mayorista o ‘pool’.
AHORRO DE 3.300 MILLONES A SUS CLIENTES
Este modelo de contratación permitirá un ahorro estimado en 3.300 millones de euros a los clientes de la compañía, tanto del segmento empresarial como residencial, en el conjunto de este año.
En este sentido, el 100% de la producción propia de base de 2021 se ha cubierto ya con ventas a plazo, un porcentaje que alcanza el 88% para 2022 a cierre de septiembre.
«Somos conscientes de las dificultades a las que se enfrentan muchos hogares y clientes industriales debido a los altos costes energéticos. Y por ello estamos abiertos al diálogo con la Administración para encontrar las soluciones más eficientes para este contexto coyuntural», señaló el consejero delegado de Endesa, José Bogas durante la presentación de resultados a inversores.
En opinión de Bogas, las medidas adicionales aprobadas por el Gobierno la pasada semana para modificar el real decreto ley de 14 de septiembre «introducen racionalidad, además de aumentar la protección para los consumidores vulnerables, un aspecto, este último, que Endesa apoya decididamente y que está en línea con el compromiso de la compañía con la sociedad, que nos llevará a contribuir con aproximadamente 90 millones de euros para financiar el bono social durante este año», señaló.
MANTIENE PREVISIONES PARA EL EJERCICIO
«Pese a la compleja coyuntura energética y regulatoria, Endesa se ratifica en sus principales objetivos financieros y de negocio para el conjunto del año», anunció Bogas.
En el actual contexto, Endesa mantiene su apuesta por la descarbonización del mix de generación, y ha impulsado su cartera de proyectos renovables en 22 GW adicionales desde principios de año, sumando ya más de 61 GW. En concreto, cuenta con 11,2 GW de proyectos renovables maduros y en ejecución.
La aceleración de los proyectos en construcción permitirá incorporar 700 MW de capacidad renovable en el año, cumpliendo con las previsiones para el ejercicio.
Los datos de los nueve primeros meses del año indican que la producción total peninsular alcanzó los 34,4 TWh, manteniendo los registros del año pasado. El incremento de la capacidad solar y eólica, junto con el aumento de la producción nuclear, compensaron la menor producción hidroeléctrica.
Hasta septiembre, el 85% de la producción peninsular estuvo libre de emisiones de CO2, en línea con el objetivo de alcanzar el 89% para 2023. Gracias a la apuesta por la descarbonización, la capacidad renovable peninsular representa ya alrededor del 45% de la producción peninsular de la compañía.
En el segmento de comercialización, las ventas se mantuvieron estables en relación a los nueve primeros meses del pasado año, con avances positivos en las ventas liberalizadas, especialmente en el segmento de pymes y en las ventas internacionales (Portugal y resto de Europa), que compensaron el descenso registrado en el mercado regulado.
La compañía incide en que su estrategia «está dando sus frutos», al reducir la tendencia de pérdida de clientes a pesar de la elevada presión competitiva. En el tercer trimestre se ha conseguido un saldo positivo de 55.000 nuevos contratos en el mercado liberalizado, una tendencia que se espera mantener en el futuro a pesar del entorno «altamente desafiante».
En cuanto a movilidad eléctrica, Endesa cerró los nueve primeros meses del año con una red de 8.400 puntos de recarga instalados, lo que representa un alza del 19% respecto al mismo periodo del año pasado, «y consolida su liderazgo en infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en España», explicó la compañía.