Un «posible componente de odio» puede haber motivado la agresión a una joven transexual supuestamente empujada desde la Muralla de Lugo y abandonada herida en el patio de una vivienda el pasado 31 de octubre.
Así lo ha asegurado el abogado del colectivo Arelas, Miguel Vieito, que representa a la joven transexual. Las «fracturas que sufrió como consecuencia de la agresión fueron múltiples», ha señalado sobre su estado, para añadir que «toda fractura tiene un periodo de recuperación largo y, en este caso es posible, incluso, que le queden secuelas de por vida».
En relación a las secuelas físicas, ha apuntado que «se sabrá en los próximos meses», para matizar que en el plano «emocional fue víctima de un ataque que puede tener la componente de odio y psicológicamente eso es devastador».
«Creemos que la vertiente psicológica va a ser muy importante, para que pueda seguir con su ritmo de vida después del proceso judicial», ha argumentado el letrado.
Manuel Vieito ha incidido en que «es posible que exista ese componente de odio» en la agresión. Así, ha subrayado que «en este caso pueden concurrir muchos indicios de lo que la Fiscalía General del Estado llama indicadores de odio, como es la gratuidad del acto que hace poner la sospecha en ese componente de odio y también el propio perfil de la víctima», que es de origen sudamericano.
En cuanto a que pudiera tratarse de un ataque «transfóbico», el abogado de Arelas ha matizado que «ella no hizo ninguna declaración en ese sentido».
Finalmente, ha destacado que «lo más importante es que el caso sigue su curso», tras la toma de declaración por videoconferencia a la joven, que permanece ingresada en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA), por parte de la jueza del Juzgado de Instrucción Número 2 de Lugo, Sandra Piñeiro.
INVESTIGADO
En este caso hay un hombre investigado por un delito de homicidio en grado de tentativa, quien tiene vigente la prohibición de comunicarse y aproximarse a la víctima.
El varón fue detenido por la Policía Nacional por supuestamente tirar desde la Muralla de Lugo a esta mujer con la que al parecer había discutido tras tomar unas copas en la zona de ocio de la ciudad y dejarla en un patio interior de una vivienda.
El individuo pasó en la tarde del pasado 3 de noviembre a disposición del Juzgado de Instrucción Número 3 de Lugo acusado de lesiones graves y omisión del deber de socorro. Tras comparecer en sede judicial, quedó en libertad investigado por tentativa de homicidio, con la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima y con la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado.
Fuentes consultadas han apuntado que la familia puso en conocimiento de la Policía Nacional la condición de transexual de la mujer, hecho que «puede ser una hipótesis» del desencadenante de la pelea que acabó con el empujón desde la Muralla.
Al respecto, fuentes de la investigación han apuntado únicamente que «hubo algo entre ellos» que llevó a una pelea y al empujón desde unos 12 metros de altura que acabó con la caída de la víctima, a la que el presunto autor dejó tirada sin socorrerla.
La chica quedó tirada en el suelo en estado grave, según el relato policial, con una pierna rota, varias vértebras y una muñeca fracturadas. Posteriormente, a las 7,00 horas un transeúnte que caminaba por el adarve de la Muralla escuchó gritos de auxilio y pudo localizar el lugar y ver a la chica tirada en el fondo de un patio interior, con lo que llamó a los servicios de emergencias. La víctima en un primer momento no recordaba lo sucedido y fue trasladada al Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo, donde se recupera.