La Comisión para la Transición Ecológica del Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves el proyecto de ley de residuos y suelos contaminados, con la oposición de VOX y ERC y la abstención de PP, CS y Bildu.
A favor del futuro texto legal han votado los grupos proponentes, PSOE y Unidas Podemos, que han obtenido, además, el apoyo del PNV, Más País y Teruel Existe.
Entre los cambios introducidos en este trámite parlamentario, destaca una enmienda del PP aceptada por PSOE y UP para establecer, una vez aprobada la norma, una moratoria al nuevo impuesto al plástico hasta el 1 de enero de 2023.
También han salido adelante enmiendas transaccionales propuestas, cinco de ellas por el PNV, 2 de EH-Bildu; 2 de Cs, otra más pactada entre CS y PP, cinco más del PP, una transaccional planteada por Más País.
Durante el debate en la Comisión, la diputada del PSOE, Esther Padilla, ha celebrado el compromiso compartido de toda la comisión en trabajar para lograr una buena ley y opina que, aunque el proyecto normativo pueda parecer poco ambicioso, otorga un «papel protagonista» a la prevención de residuos; recoge las limitaciones al plástico de un solo uso; establece objetivos de recogidas separadas; mejora los objetivos de residuos municipales; fomenta el compostaje y afronta el SSDR con «bastante sensatez», ya que elimina las restricciones existentes pero le abre la puerta condicionándolo al cumplimiento de objetivos y a la viabilidad técnica, al tiempo que potencia la prevención y la innovación.
Por su parte, desde el Partido Popular, César Sánchez ha denunciado que en los últimos tres años se han establecido nuevos impuestos y tasas para los ciudadanos y ha defendido que en este momento de recuperación económica lo que menos necesitan las industrias es mayor presión fiscal que, a la larga pagarán los ciudadanos. Por eso planteó la moratoria al impuesto al plástico que ha sido aceptada por PSOE y UP.
Además, Sánchez observa que en otros aspectos la ley es «poco ambiciosa» porque se trata de una norma muy importante y ha defendido el «firme compromiso» del PP en la lucha contra el cambio climático haciéndolo compatible con la economía porque la transición justa es «imprescindible».
En su turno, el diputado de Unidas Podemos, Juan López de Uralde, ha celebrado que el proyecto de ley da pasos para reducir los plásticos de un solo uso pero insta a los grupos a no quedarse solo con «soluciones de final de tubería» con las que solo se traslada el problema de un lugar a otro. A su juicio, la separación orgánica obligatoria que introduce la ley es un logro «muy importante» y vaticina que la implantación de la «innovación relevante» del SDDR va a tener «muy buena acogida» por parte de la población.
Asimismo, ha celebrado que la norma aborde cuestiones como el amianto y, si bien admite que la ley «no es perfecta», le parece «indiscutible» que supone un «paso adelante para la adecuada gestión de los residuos en España». «Estamos tratando de poner freno y solución a un problema de primer orden que es el que generan los residuos y que no son más que la punta del iceberg de esta sociedad de usar y tirar», ha concluido.
En la posición contraria está Vox, cuyo diputado Pablo Calvo considera que el proyecto de ley es el de «el negocio de los residuos» en el que «ganan los de siempre» y salen perjudicados «empresas, autónomos y consumidores». A su juicio, la futura norma se caracteriza por más impuestos que «lastrarán» el crecimiento económico y como alternativa ha defendido la incineración de los residuos que por cada kilo quemado deja «14 gramos de ceniza inocua» y que «no forma parte del negocio artificiosos de sus chiringuitos» frente a la «desafortunada cruzada contra los plásticos.
VOX PROPONE UNA HUELGA DE ENVASES, TRAS LA DE JUGUETES
«Tras la huelga de juguetes solo les falta proponer una huelga de envases porque no se sienten reciclados», ha concluido el diputado tras cuya intervención López de Uralde le ha aplaudido su «buena idea».
Mientras, el diputado de Teruel Existe, Tomás Guitarte, ha defendido en particular el aprovechamiento de los purines para producir biogás para que estos se conviertan en un subproducto en el marco de la economía circular y contribuyan al mismo tiempo a reducir la contaminación del suelo y el agua. «La inyección de este gas al sistema puede ser la solución más eficiente para solucionar los biorresiduos biodegradables», ha apuntado.
Desde EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha calificado la ley de «escasa e insuficiente» para el «gran reto» que supone el cambio climático, aunque celebra avances como el reconocimiento a la recogida puerta a puerta y el impuesto al plástico, que también ve como «poco ambicioso» y que quiere que sea «finalista», motivos por los que su grupo se ha abstenido en la votación final.
Por su parte, la diputada de JxCat Pilar Calvo ha criticado que el proyecto de ley pretende armonizar el impuesto de residuos a nivel estatal y, aunque ve positivo establecer un impuesto mínimo para todas las comunidades autónomas, considera un «gran agravio para Cataluña» que se proponga retirar el tributo que ya existe en dicha autonomía para someterlo a «la tutela del Ministerio de Hacienda», ya que supone una «recentralización».
Finalmente, la diputada de Más País Inés Sabanés ha celebrado la introducción de un sistema de depósito, devolución y retorno de residuos (SDDR) en 2023 y reconoce «avances» en la propuesta legal, que es una ley «importante y urgente».