Los productos congelados de Lidl que no deberías llevarte a la boca

Lidl es una cadena de supermercados que, sin prisa, pero sin pausa, ha ido teniendo cada vez más presencia en España hasta llegar a situarse entre los primeros puestos en ventas. Su estrategia low-cost es su punto fuerte, combinado con una variedad de productos que no deja de crecer, y una calidad a la altura, que no tiene nada que envidiar a la ofrecida por la competencia.

Pero como en todas partes, hay productos buenos, productos menos buenos, y productos que mejor no probar. Entre estos productos menos recomendados se encuentran algunos platos preparados, conservas, dulces, e incluso algunos de la línea vegana.

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SAN JACOBOS DE LIDL

Lidl

Poco se sabe del origen del San Jacobo, esa especie de filete de jamón cocido y queso fundido, rebozado en pan rallado. Es un producto diseñado para complacer el paladar, y es muy socorrido para cenas rápidas o niños rebeldes con la comida. Sin embargo, es otro de esos congelados que es mejor no probar, ni el de Lidl ni el de ninguna otra marca.

Casi todas las alternativas de este preparado contiene un porcentaje de sal desproporcionado, un aporte calórico elevado (que se incrementa con la fritura) y pocas proteínas a pesar de ser de carne y queso. Hace unos años la OCU desaconsejo su consumo después de haber realizado uno completo estudio comparativo.