El desapego de Maroto por su jornada laboral permite a su jefe de gabinete sacarse un «extra»

A Javier Maroto le da pereza la actividad del Senado y sus laborales como portavoz del Partido Popular en la Cámara Alta. El desapego del político por su jornada laboral ha provocado que su jefe de Gabinete, Rafael Laza Gil, tenga muy poco trabajo con la comunicación del senador vitoriano. Tanto es así que incluso tiene tiempo para sacarse un sobresueldo con la docencia. Laza es el director del Curso Universitario ‘En Campaña Permanente’ que se imparte en el Centro Internacional de Gobierno y Marketing Político. Un dinero extra que, dada la poca actividad de Maroto, no le quita tiempo de sus funciones como jefe de gabinete. Lo que está claro es que el poco interés de Maroto por desempeñar sus funciones en el Senado no le ha venido nada mal a su jefe de gabinete.

Rafael Laza ha sido el artífice de numerosas campañas electorales. Desde unos comicios en Vitoria a las generales con Mariano Rajoy. Eso sí siempre ha sido el fiel escudero de Javier Maroto, al que ha acompañado en todas las misiones que el senador y portavoz del PP ha realizado. Esta experiencia laboral le ha servido a Laza para ganarse un nombre dentro de las filas del PP, en el mundo de la comunicación y, en particular, llevando la estrategia de campañas electorales. Por este motivo, ha decidido compartir todo lo que sabe con jóvenes promesas y, ya de paso, conseguir un sobresueldo, dado que en el Senado se aburre por la poca actividad de su jefe.

RAFAEL LAZA COMPLETA SU ESCASA ACTIVIDAD COMO JEFE DE PRENSA DE MAROTO CON LA DOCENCIA

El curso universitario se llama ‘En campaña permanente’ consta de 200 horas y tiene un precio de 1.500 euros. Según detalla el documento de presentación de dichos estudios, «la gestión diaria del gobierno o de la oposición impacta en la percepción del ciudadano». Sin embargo, parece que dicha cuestión no ha sido capaz de enseñársela a Maroto, quien siente un evidente desapego por su jornada laboral en el Senado y, todavía más, por hacer oposición. El portavoz del PP en el Senado no es capaz de impactar ni en sus compañeros. Y es que, desde que se vio sin proyección política, la vida laboral perdió interés para el senador; por eso opta por pasar desapercibido, que ni se note que está allí, durante las comidas con otros compañeros, solo se limita a ocupar una silla, a hacer como si no existiera, porque habla lo justo para ni se note que está allí, llegando casi a mimetizarse con el entorno.

Una cuestión que ha llevado a su Rafael Laza a buscar otro empleo con el que ocupar su aburrida vida como jefe de prensa de Maroto. Y que mejor que con la docencia y en materia de lo que mejor se le da: la comunicación de las campañas electorales. Que tiene tiempo de sobra para llevar a cabo la director de dicho curso es evidente. Sin embargo, no está claro si puede ejercer este segundo trabajo, dado el régimen de incompatibilidades tan estricto que tienen los miembros de la Cámara Alta. Laza, como jefe de gabinete del portavoz del PP en el Senado debe regirse por el mismo sistema de incompatibilidades que el resto del personal de la Cámara. Unos límites de actividad que se encuentran recogidos en el Estatuto de personal de las Cortes Generales.

Javier Maroto

Rafael Laza aterrizó en el Senado en el año 2019 como personal asistente de la categoría A. Ese nombramiento fue aprobado por Javier Maroto, su jefe, al que ha acompañado en todos los movimientos del políticos y se ha mantenido siempre a su lado. Todo ello a pesar de que el senador vitoriano lleve un tiempo sin darle demasiado trabajo dado su desgana por la Cámara Alta y todo lo que ocurra allí. A Maroto solo le interesa mantener un puesto en las filas del grupo popular y continuar cobrando su salario público.

Por eso, su actividad es están sumamente baja, porque prefiere pasar desapercibido, sin grandes esfuerzos. Así, Laza ha tenido que buscar alternativas laborales con las que cubrir su jornada y, ya de paso, ganar un sobresueldo. Una cuestión que parece no importarle demasiado a Maroto mientras le deje disfrutar de lo que más le gusta: el ocio nocturno. Y mientras no tenga que acudir al Congreso, un lugar que parecía que le provocaba urticaria. Hasta ahora.

Con los últimos cambios en el Partido Popular y con un Casado fuera de juego, la Cámara Baja se ha vuelto sumamente atractiva para Maroto y un escenario perfecto para trabajar en sus pretensiones de conseguir un puesto de relevancia. Está tanteando el terreno, observando quien será la persona que mueva los hilos en el Congreso, para construirse una imagen digna de un cargo de importancia en la formación. El senador, como otros muchos, espera que la llegada de Feijoo le ayude a crecer dentro de un partido en el que lleva «estancado» varios años. Así, Laza podría reactivar su escasa actividad como jefe de prensa de Maroto y ayudar al político a conseguir su objetivo.