Trucos y claves para preparar unas albóndigas de locura bien jugosas

Las albóndigas son, junto con las croquetas, uno de los platos caseros más tradicionales y prácticos, esas recetas que llamamos con mucho cariño «de la abuela». Además son platos donde mezclas y aprovechas algo que haya podido sobrar, una práctica muy de nuestros mayores. Como seguramente no logras ese toque de la madre o de la abuela, te vamos a dar las claves y trucos para preparar unas albóndigas de lo más jugosas.

Te vamos a mostrar la receta más tradicional y auténtica, aunque las albóndigas se pueden hacer de muchas formas y con variados ingredientes. Cada zona y cada cocinero tiene su particularidad y toque personal. Eso ya depende de ti, el experimentar y el ir encontrando tu punto. Ahora toca hacer las auténticas y logrando la clave principal: la jugosidad.

Las mejores salsas para las albóndigas

salsas albóndigas

No hay albóndigas sin salsa, y seguramente a todos nos chifla simplemente con salsa de tomate, pero hay muchas salsas que casan con las albóndigas y de qué manera. Si ya son deliciosas sin nada, con la salsa ya se convierte en ese plato mágico que gusta a todo el mundo y deja huella. Hay muchas pero te recomendamos estas, que puedes prepararlas tú mismo o comprarlas ya hechas:

Salsa de almendras: puedes preparar esta salsa con unos 100 gramos de almendras picadas, dos rebanadas de pan blanco, una cebolla, dos dientes de ajo, dos cucharadas de vino blanco y 200 ml de caldo de pollo.

Salsa española: la española es una de las salsas madre que se utiliza habitualmente en nuestro país, normalmente con carnes, pero que es todavía más popular en la cocina francesa. Su elaboración no es nada compleja si dominamos el roux, una mezcla de harina y mantequilla para ligar las salsas básicas. Puedes añadir un poco de vino tinto para que adquiera un fondo todavía más oscuro.

Salsa jardinera: máximo exponente de la cocina casera es la  salsa estilo jardinera,  a base de cebolla, zanahoria, guisantes,  tomate triturado, ajos y caldo de pollo. La preparación es muy similar, pero esta sí que hay que pasarla por la batidora antes de mezclar con las albóndigas. Casa aún mejor si son de pavo o de pollo.