Langostinos al ajillo: cómo prepararlos si son congelados

Los langostinos al ajillo es una receta muy fácil y sabrosa de realizar. El ajo potencia el sabor de este marisco y deja una salsa en la que no puedes y debes mojar el pan una y otra vez. Además, puedes hacerlos en el momento, ya que en menos de 10 minutos tienes el plato listo. Por supuesto, el secreto es la calidad del langostino que vayáis a emplear, puede ser fresco o congelado. Aunque si eliges la segunda opción, se recomienda descongelar el día antes en la nevera. Sigue leyendo, para saber cómo se elabora este popular plato de la cocina española.

Agregar zumo de limón

Agregar zumo de limón

Luego, añadimos el zumo de limón y la sal. Es importante añadirlos con sumo cuidado, pues de poner demasiado puede alterar el sabor de los langostinos y de los ajos. Una buena idea es ir añadiendo poco a poco a la vez que lo vamos probando. De este modo, seguro que vamos a encontrar el punto adecuado que más nos guste. Además, si el limón no es de nuestro agradado, lo podemos sustituir con un poco de vinagre. Otra vez, es fundamental no añadir demasiado.

Por último, vamos a dejarlos cocer unos minutos más, removiendo poco a poco para que los sabores se vayan mezclando. Cuando haya pasado este tiempo, vamos a dejarlos reposar unos minutos en la sartén con una tapa; de este modo, el sabor será mucho más intenso cuando los sirvamos. Y, ya los tenemos listos para servir a la mesa. ¡A disfrutar!