¿Alguien puede decir que no le gustan las albóndigas? No importa si son albóndigas en salsa de tomate o si las comemos con un bocadillo. La cuestión es que hay muy pocas personas que puedan dejar pasar por alto unas buenas albóndigas y es que son un manjar tradicional. Además, una de las cosas positivas que tiene este plato es que se puede utilizar cualquier alimento para realizarlas y así no desaprovechar nada de nada.
Entre las más populares se encuentran las albóndigas de carne de cerdo, las de ternasco y las de bacalao. Te indicamos algunos consejos a la hora de elaborarlas, ya que parecen una tarea sencilla, pero requiere de productos de calidad.
EL PAN TAMBIÉN ES VITAL
Hay un gran secreto que prácticamente nadie realiza a la hora de hacer albóndigas y es que es muy útil utilizar migas de pan que se hayan mojado en leche. Esto lo que hace es que aporta mayor tectura además de jugosidad.
También ayuda a que la albóndiga se mantenga compacta a la hora de cocinarla. Por lo tanto, si hacemos uso de este consejo y además la carne está triturada en su punto, tendremos unas albóndigas alucinantes.
