La Policía Municipal de Madrid ha detenido a un hombre por intentar matar con un cuchillo de grandes dimensiones a su novia, de 27 años, en un piso turístico del barrio de Lavapiés en el que al parecer se habían colado, han informado fuentes del Cuerpo Local.
Los hechos tuvieron lugar el pasado jueves minutos antes de las 17 horas. La Policía recibió una llamada de vecinos de una vivienda turística donde había una mujer pidiendo socorro tras ser supuestamente agredida por su pareja, un hombre de 30 años. En un momento dado, la víctima abrió la ventana y se escapó del lugar saltando del balcón del primer piso a la calle.
A la llegada de la patrulla, el presunto agresor se atrincheró en el piso, situado en la calle Huerta de Bayo número 10. Afirmó que solo abriría la puerta si volvía su pareja y hablaba con él. Los agentes localizaron a la mujer descalza y sollozando en otro punto del distrito Centro. Les confesó que su novio le había golpeado, le había amenazado de muerte con un cuchillo y unas tijeras y había destrozado el piso, por lo que había huido.
Después de dos horas de negociación, los antidisturbios de la Policía Municipal de Madrid tuvieron que derribar la puerta y lograron entrar al piso, inmovilizando al individuo, al que quitaron el cuchillo con mango negro y plateado con una hoja de más de 20 centímetros y unas tijeras con mango rojo.
El arrestado quiso abrirles porque alegó que se trataba «de un asunto personal» y amenazó con quitarse la vida tirándose por la ventana. Asimismo, aseveró a los agentes que no tenía miedo de nada, que había estado detenido 37 ocasiones y que ya se había querido suicidar dos veces y que esta «iba a ser la definitiva», ha publicado hoy el diario ‘El Mundo’.
Posteriormente, este individuo fue conducido a comisaría acusado de un detenido por un delito de violencia de género, otro de detención ilegal, otro de daños y otro usurpación de domicilio, ya que se encontraban en este piso turístico de forma ilegal, ya que se tenían que haber ido a las 11 horas, según su responsable. El piso se encontraba revuelto y con signos de violencia.
Por su parte, sanitarios del Samur-Protección Civil atendieron a la víctima, que no quiso denunciar a su pareja ni ser trasladada al hospital. Su novio y supuesto agresor, un viejo conocido en la zona y por la Policía, negó los hechos en comisaría.
