Alberto Núñez-Feijoo aun no es presidente de España, pero presidir la lista más votada ha hecho que el Partido Popular recupere su solvencia económica previa a la época de Casado. Y es que, los resultados electorales no solo dictan la representación parlamentaria de los partidos políticos en el Congreso de los Diputados, sino que también resuelven las subvenciones que recibe cada formación de los fondos públicos. Es por ello que la victoria del Partido Popular el pasado 23 de julio no solo se mide en los apoyos que consiguió en las urnas, sino también en los euros que le corresponden por cada escaño recuperado tras la pérdida millonaria que desencadenó la presidencia de Alberto Casado.
A pesar de que casi el 80% de los ingresos de los partidos políticos procedan de las arcas públicas, según el Tribunal de Cuentas, estos fondos dependen directamente de su representación en el Parlamento. Por ello, para las formaciones es tan importante conseguir unos apoyos que les permita mantener la estructura de partido y todos los cargos que se desprenden de esta. En el caso del Partido Popular, lleva desde 2015 perdiendo grandes cantidades económicas como consecuencia de la perdida de apoyos, siendo el resultado de Alberto Casado en 2019 el que más dinero le ha hecho perder a la formación.
El primer Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2011 consiguió una mayoría absoluta de 183 diputados, lo que supuso que el PP recibiera más de 120 millones de euros en subvenciones públicas. Sin embargo, su caída electoral en 2015 y en 2016 supuso que la formación azul perdiera más de dos tercios de sus ganancias en cinco años, cerrando el último de estos ejercicios con unos ingresos públicos de poco más de 36 millones de euros. A partir de ahí, todo han sido perdidas para el PP, llegando a facturar únicamente 27.765.877 euros en 2021, después de la representación parlamentaria que dejó Casado durante su estancia en Génova.
Las subvenciones electorales, el pago que puede salvar o arruinar a un partido
Los partidos políticos no solo perciben sus subvenciones anuales de las arcas públicas, también son recompensados cuando hay elecciones. Y es que la LOREG asegura que el Estado «subvenciona los gastos que originen las actividades electorales» según unas reglas y condicionados por los resultados que haya obtenido cada partido durante los comicios. Es aquí donde Feijoo podrá solventar las posibles perdidas de PP en cuanto a gastos de su campaña, ya que al resultar la lista más votada este 2023, el Partido Popular percibirá más de 5,3 millones de euros solo por presentarse a las elecciones.
Este pago corresponde a la financiación de la campaña electoral, al cual hay que sumarle la subvención por envío de correspondencia electoral. Así, aunque el PP no haya hecho público cuanto le ha costado la campaña de este 2023, este ingreso en otras ocasiones ha sido el que ha ayudado al PP a cerrar el año de una forma «más holgada» y el que hizo que Podemos Madrid se endeudara con sus «mecenas» por no conseguir reunir los apoyos suficientes para pagar el dinero prestado para el 28 de mayo.
Feijoo consigue los números la última legislatura de Mariano Rajoy
El Partido Popular necesitaba recuperarse económicamente de Alberto Casado. El joven político abandonó el PP tras la controversia que se creó cuando intentó delatar al hermano de su homónima en la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso. Tras su marcha en 2022, la llegada de Alberto Núñez-Feijoo suponía un cambio de estrategia y una «limpieza de cara» del PP nacional para recuperar el apoyo de la población más moderada y que se ubica en el espectro del centro liberal.
Gracias a este punto de vista, el PP ha conseguido hacerse con el «trozo de pastel» que había conquistado Ciudadanos y ha recuperado el papel que tenía tanto en el Congreso como en el Senado. El resultado de final del 23 de julio devuelve al Partido Popular una fuerza económica que habían perdido desde que Mariano Rajoy dejó de ser el representante nacional de la formación, cuando llegó a recibir más de 40 millones de euros de las arcas públicas en 2018. Aunque sean cantidades que se alejan de las grandes subvenciones de la primera década del siglo XX, Feijoo ha podido recuperar unos ingresos que Casado perdió, no solo por los 172 diputados, sino también por la mayoría absoluta que ha conseguido en la Cámara Alta, lo que les permite estar «menos ahogados» económicamente y poder reconstruir la estructura de partido.