viernes, 13 diciembre 2024

Colegio Sagrado Corazón de Jesús y su aula de psicomotricidad de infantil

Muchos expertos han resaltado la importancia y el impacto que genera en los niños contar con un aula de psicomotricidad de infantil. La psicomotricidad es la función que tiene el ser humano de moverse y de aprender moviéndose. Este arte conecta las habilidades motoras, las cognitivas y las emocionales, permitiendo a las personas explorar el mundo, comprenderlo y expresarse de manera creativa.

El Colegio Sagrado Corazón de Jesús es una institución educativa con doble línea, desde infantil hasta la secundaria y la formación profesional, con la responsabilidad de enseñarles y, a su vez, formar parte de su coeducación durante una de las etapas más importantes de la vida de los jóvenes.

Beneficios de las aulas de psicomotricidad para niños

Las aulas de psicomotricidad son una herramienta esencial para una educación óptima, ya que la práctica de la psicomotricidad permite a los niños incrementar su capacidad de atención, concentración, creatividad, memoria y expresión. A nivel motor, la psicomotricidad hace que los menores tomen conciencia y tengan el control de su cuerpo y movimientos. Asimismo, mejora considerablemente el equilibrio y el control de las coordinaciones motoras y respiración.

Cuando se habla de lo afectivo y social, esta facilita la relación de la persona con su entorno y el reconocimiento y la capacidad de poder afrontar sus miedos. Esto, indudablemente, incide en su equilibrio afectivo, permitiéndole conocerse mejor y estar más seguro de sí. 

La educación psicomotriz también contribuye al desarrollo del niño, ya que mejora las funciones vitales y el estado de ánimo; refuerza su independencia en el momento de realizar actividades del día a día y las habilidades necesarias para relacionarse mejor con otros niños; y ofrece una mejor salud física y mental.

La psicomotricidad y el aprendizaje

La psicomotricidad incentiva el aprendizaje. Esto se debe a que activa diversas áreas del cerebro, causando que a los niños se les sea más fácil retener la información y formar nuevas conexiones neuronales. De manera que, cuando los niños participan en actividades relacionadas con la psicomotricidad, estimulan su atención, su memoria y su capacidad de concentración.

Por otra parte, el movimiento permite a los menores explorar y experimentar con lo que los rodea, potenciando su curiosidad y creatividad. Por lo que, al integrar la psicomotricidad en las aulas, se genera un espacio propicio para el aprendizaje de calidad, significativo, en el que los estudiantes estén activos, motivados y participativos para aprender.

La psicomotricidad también fomenta la colaboración, el respeto, la comunicación y, a través de los juegos y las actividades grupales, los niños aprenden sobre el trabajo en equipo, la resolución de conflictos y el desarrollo de las habilidades sociales necesarias para desenvolverse en sus vidas personales y académicas.

Por esta y muchas más razones, las instituciones académicas y los centros de aprendizaje requieren de aulas de psicomotricidad infantil. Así se formarán adultos profesionales con una sorprendente capacidad de aprendizaje.

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