Desnudos, insultos y risas: así cambió Crónicas Marcianas la televisión

En 1997 llegaba a Telecinco un programa de entretenimiento, con entrevistas, música y espectáculo que cambiaría la historia de la televisión. Crónicas Marcianas, que nació como algo experimental, sin una estructura clara más que asentar un contenido para provocar y sorprender a los espectadores estaba en constante evolución desde su emisión. A veces se centraban más en el corazón, otra en los realities o en cualquier otra polémica de la época. Repasamos los mejores momentos del late show que permaneció imbatible durante ocho temporadas llenas de risa y controversia.

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«Aída, eres una hija de puta»

El comienzo del siglo XXI trajo consigo la llegada de un formato que también cambiaría la forma de ver (y hacer) televisión: los reality shows. Crónicas Marcianas vio en Gran Hermano y todos los que vinieron después un filón. No sólo les generaba contenido para comentar, sino que también les generaba personajes. Muchos de los personajes que se incorporaban al programa salían de dichos realities. Kiko Hernández, María José Galera, Marta López. Pero si hay una colaboradora que causó polémica entre todos ellos esa fue Aída Nízar. Sus salidas de tono y faltas de educación eran una constante que siempre estaban en el límite de lo permitido. Hasta que un día, lo sobrepasó, diciéndole a una persona del público que estaba en silla de ruedas «cada uno tiene lo que se merece«. Sardá le dijo que era una «hija de puta» y la despidió.