ONG avisan de que millones de mujeres y niƱas enfrentan un aumento de inseguridad y violencia ante la pandemia

La pandemia del COVID-19 ha incrementado los niveles de inseguridad y violencia contra las mujeres en toda Europa y, sin una atenciĆ³n especĆ­fica de los gobiernos, podrĆ­a agravar las desigualdades de gĆ©nero y los niveles de discriminaciĆ³n, segĆŗn advierten AmnistĆ­a Internacional, Women’s Link Worldwide y la FederaciĆ³n Internacional de PlanificaciĆ³n de la Familia.

Las tres organizaciones han instado a los gobiernos europeos a hacer Ā«cuanto estĆ© en su poderĀ» para garantizar que Ā«no se deja de lado a las mujeres y niƱas y que se respetan sus derechosĀ», durante y despuĆ©s de la pandemia.

En este contexto, han difundido una guia que proporciona a los gobiernos una hoja de ruta para tomar las medidas necesarias para proteger los derechos de las mujeres y las niƱas, que se ven afectadas de forma desproporcionada por la crisis sanitaria, especialmente las que sufren formas interrelacionadas y persistentes de discriminaciĆ³n.

Ā«Durante esta crisis de salud y despuĆ©s de la pandemia de COVID-19, los derechos de las mujeres y las niƱas deben ser respetados y garantizadosĀ», ha afirmado la presidenta y directora ejecutiva de Women’s Link Worldwide, Viviana Waisman.

Tal y como ha defendido, las directrices ofrecen un marco Ā«para exigir a los Estados europeos que cumplan con sus obligaciones y mantengan su compromiso con los derechos y las vidas de las mujeres y las niƱas durante esta crisis y despuĆ©s de ellaĀ».

MAYOR RIESGO DE VIOLENCIA DE GƉNERO Y FAMILIAR

Desde las organizaciones han apuntado que ya antes de la crisis de la COVID-19 una de cada cinco mujeres sufrĆ­a violencia de su pareja en el hogar en Europa. En cualquier caso, sostienen que los confinamientos y las medidas de aislamiento para contener la propagaciĆ³n del virus Ā«han expuesto a las mujeres y las niƱas a mayores riesgos de abusos en el Ć”mbito familiar a manos de sus parejas o de otros miembros de la familia, y a menudo las dejan sin el apoyo que tanto necesitanĀ».

En este contexto, han afirmado que algunos paĆ­ses europeos han tomado medidas para apoyar a las mujeres y las niƱas expuestas a sufrir violencia de gĆ©nero en el Ć”mbito familiar. Si bien, las entidades han remarcado que la pandemia Ā«ha puesto al descubierto las deficiencias existentes en las respuestas implementadas, que a su vez estĆ”n limitando la capacidad para reaccionar ante las colosales necesidades durante la crisisĀ».

Tal y como han recordado, las denuncias de violencia contra las mujeres, y en particular de violencia de gĆ©nero en el Ć”mbito familiar, han aumentado de forma alarmante en varios paĆ­ses durante esta situaciĆ³n de crisis. SegĆŗn datos recientes de la OrganizaciĆ³n Mundial de la Salud (OMS), las llamadas de emergencia han aumentado hasta un 60 por ciento en comparaciĆ³n con el Ćŗltimo aƱo en muchos paĆ­ses de Europa.

SegĆŗn han insistido, en algunos paĆ­ses las autoridades seƱalan una disminuciĆ³n de las denuncias de incidentes de violencia de gĆ©nero en el Ć”mbito familiar, Ā«lo que puede indicar que las mujeres que viven bajo el mismo techo que su maltratador no tienen muchas opciones para denunciarĀ».

Las organizaciones han afirmado que para las afectadas por violencia de gĆ©nero, incluida la violencia sexual, Ā«los elevados niveles de impunidad y los obstĆ”culos para acceder a la justicia vienen siendo uno de los mayores desafĆ­os en la regiĆ³n incluso antes de la COVID-19Ā».

Ā«Es fundamental que, al mismo tiempo que toman medidas adecuadas en materia de salud pĆŗblica, los Estados cumplan tambiĆ©n con sus obligaciones internacionales de garantizar la diligencia debida en la investigaciĆ³n de todos los casos de violencia de gĆ©nero, tanto durante los confinamientos como despuĆ©s de que se levanten las restriccionesĀ», han expuesto las entidades.

GARANTIZAR DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS

Por otro lado, las entidades han lamentado que hay paĆ­ses que no han adoptado medidas especĆ­ficas para garantizar el acceso seguro y oportuno a servicios, productos e informaciĆ³n esenciales en materia de salud sexual y reproductiva durante la pandemia. Ā«Algunos paĆ­ses parecen estar usando las restricciones como oportunidad para menoscabar o restringir aĆŗn mĆ”s el acceso a los derechos sexuales y reproductivosĀ», han apostillado.

En este sentido, han asegurado que hay hospitales y consultorios que Ā«han reducido al mĆ­nimo los servicios de salud sexual y reproductiva o los han cerrado debido a la escasez y redistribuciĆ³n del personal, entre otras razonesĀ». Por ello, segĆŗn han denunciado, Ā«en muchos lugares, acceder a servicios clĆ­nicos normales es ahora sumamente difĆ­cilĀ».

Ā«Los gobiernos europeos no deben agravar los perjuicios que la crisis de la COVID-19 causa a las mujeres al no garantizar el acceso a atenciĆ³n de la salud sexual y reproductiva esencialĀ», ha afirmado la directora regional de la Red Europea de la FederaciĆ³n Internacional de PlanificaciĆ³n de la Familia, Caroline Hickson.

Para ella, Ā«restringir servicios esenciales es poner en peligro la vida, la salud y el bienestar de cientos de miles de mujeresĀ». Ā«Los paĆ­ses que anteponen la atenciĆ³n han tomado medidas para proteger la seguridad y la libertad de las mujeres y las niƱas. Esto se puede hacer; no hay excusas para abandonar a su suerte a las mujeres y niƱasĀ», ha destacado.

En este contexto, han apuntado hacia las Ā«sombrĆ­as perspectivas econĆ³micas para millones de mujeres y niƱas en la Europa posterior a la COVID-19Ā». Al respecto, ha precisado que se espera que las secuelas de la crisis de salud afecten gravemente a los medios de vida de las mujeres, en particular a las que trabajan en los sectores asistencial o informal y a las que ya sufren marginaciĆ³n.

Por ello, han reivindicado que las necesidades y los derechos de las mujeres y las niƱas ocupen Ā«un lugar central en las respuestas a la COVID-19 y despuĆ©s de la pandemiaĀ». Tal y como sostienen, las mujeres que sufren formas mĆŗltiples e interrelacionadas de discriminaciĆ³n, como las romanĆ­es, migrantes o solicitantes de asilo, las trabajadoras sexuales, las mujeres con discapacidad, las mujeres trans y otras en situaciones de marginaciĆ³n, Ā«estĆ”n mĆ”s expuestas a ser objeto de actuaciones de agentes estatales y de sufrir perjuicios, incluidos perfiles racialesĀ».

AsĆ­, la directora regional para Europa de AmnistĆ­a Internacional, Marie Struthers, ha avisado de que Ā«Europa no serĆ” la misma despuĆ©s de la COVID-19Ā». Ā«Hacemos un llamamiento a los Estados para que escuchen las voces de las mujeres y conviertan Europa en un lugar mejor para todas las mujeres y niƱas despuĆ©s de la COVID-19Ā», ha afirmado.