El músico Juan Magán, que encabezará el cartel del festival itinerante de música ‘Dancing in my car’ el próximo 26 de junio en Alicante, ha afirmado que «solo un psicopata puede ser un racista, alguien con una enfermedad en la mente», si bien no cree que la sociedad esté viviendo una ola de racismo.
«Nuestra sociedad está viviendo más clasismo que racismo. Yo entiendo que con el eslogan de ‘black lives matter’ se quiere reivindicar algo justo y entiendo a qué se refiere, pero creo que el problema de ahora se trata de clasismo», ha señalado en una entrevista con Europa Press el músico catalán.
El autor ha reiterado que «todas las vidas importan», aunque lamente que las personas «se relacionan únicamente con los que creen que están a su altura», algo que no tiene que ver con el color de piel. «Y sé de lo que hablo, porque mi mujer es negra y tengo hijos mulatos, y ninguno de nosotros entendemos el racismo», ha añadido.
PRIMER EVENTO
El festival ‘Dancing in my car’ será el primer evento de estas características que se celebra en España durante la fase de desescalada por la pandemia de coronavirus. Magán estará acompañado en este festival por las actuaciones de Ballesteros Dj y Alex Martini Dj.
Tal y como explican desde la organización, los asistentes estarán «en su propio vehículo en un espacio completamente habilitado y adaptado para este fin». Magán ha explicado que la explosión del virus en España le pilló en República Dominicana, que tenía cerradas todas las fronteras desde el 14 de marzo. No obstante, pudo conseguir un vuelo para volverse a España durante el confinamiento.
A lo largo de este periodo encerrado, Magán ha afirmado haber estado «trabajando muchísimo, más que en cualquier otro momento», aunque admitiendo que resulta difícil encontrar la creatividad en esa situación. «La musa se fue y no ha vuelto, pero tratas de enfocarte en otras cosas», ha señalado.
También se ha mostrado preocupado por el futuro del sector cultural, en especial el ocio, que cree estar desatendido por el Ministerio de Cultura y Deporte. «Parece que aquí en España al ocio no se le considera cultura. Yo no estoy preocupado por mí ni creo que me vaya a pasar nada malo en lo económico, pero sí a mi entorno y estoy preocupado», ha indicado.
En este sentido, ha reiterado su queja respecto al «prejuicio» con la música urbana en la que enmarca sus creaciones. «Esta música no pretende educar, ni reivindicar nada social, sino que la gente se distraiga. En el sector se han dado muchos pasos en los aspectos económicos, pero todavía se sigue considerando cultura a unas cosas y a otras no, sin ayudar a los artistas de nuevas generaciones», ha lamentado.
«El respaldo del público se ve en toda la gente que va a los conciertos, pero sí es verdad que sigue existiendo esa especie de esnobismo. Hay gente que simplemente tiene prejuicios, pero yo ni siquiera voy a criticar a los criticones: si miles de personas están aquí en los conciertos no creo que es porque estén equivocados», ha concluido.