La mejor manera de hacer un gazpacho

Cuando llega el verano, una de las recetas que más triunfan es la del gazpacho andaluz. Siguen pasando los años y este alimento, lejos de perder fama, cada vez capta más asiduos. No existe una receta que sea mejor que otras, pues cada persona le consigue aportar un toque diferente. A pesar de ello, siempre existe una base fiable sobre la que comenzar si es la primera vez que nos vamos a poner manos a la obra.

Según los ingredientes que nos gusten o no, podemos añadir más o menos. Lo mismo ocurre con las cantidades, pues no es igual cocinar para una pareja que para una familia de cinco o seis personas. Dejando de lado los gustos de cada uno, si hay algo de lo que podemos estar completamente seguros es de que conseguiremos realizar este delicioso alimento a la primera, pues es bastante sencillo de llevar a cabo.

Este verano, aléjate de los envasados y descubre la mejor forma de hacer un gazpacho refrescante a la manera tradicional.

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Cómo realizar un refrescante gazpacho tradicional

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Cuando tengamos preparados todos los ingredientes, debemos proceder a trocearlos todos juntos teniendo en cuenta las proporciones indicadas anteriormente. A todos ellos, le añadimos los 50 ml del aceite de oliva virgen extra, los 250 ml de agua (es mejor que sea fría, por lo que si ha estado en la nevera, mucho mejor) y el vinagre de Jerez.

Una vez que tengamos todos los ingredientes bañados en los líquidos, procedemos a triturar la mezcla con una batidora de vaso o una Turmix. Los pimientos y tomates no hace falta pelarlos, por lo que los echaremos completos, con la piel incluida. La razón es que, más tarde, debemos pasarlos por el colador fino. En el caso de tener en casa un robot de cocina especial del estilo Thermomix, también puedes colocar todos los ingredientes juntos en el vaso y triturar a máxima velocidad durante un total de cuatro minutos. Así conseguiremos la textura adecuada del gazpacho.

Cuando esté la mezcla triturada, sea de una u otra forma, tenemos que colar el resultado por un colador fino mientras apretamos bien con un cucharón. Lo que obtengamos debe ser una crema sin semillas ni pieles. Esta crema resultante debemos colocarla en la nevera durante al menos una hora, mejor si son dos, para que enfríe bien y resulte muy refrescante al paladar.