Con los prostíbulos cerrados, alternativas al sexo en Barcelona

Debido a la pandemia provocada por el coronavirus, muchos son los negocios que se han visto obligados a cerrar. Si la prostitución sobrevivió como pudo durante la cuarentena, después de ella, los prostíbulos siguen estando en el punto de mira. De hecho, en Barcelona han tenido que cerrar debido a un decreto que limitaba la práctica de sexo en este tipo de locales.

El pasado 17 de agosto se decretaba la resolución SLT/2782/2020 por la que se cerraban los establecimientos en los que se ejerce la profesión más antigua del mundo. El Govern de la Generalitat busca con esto una forma de frenar los contagios, que no hacen más que crecer en la ciudad condal. Esto, por supuesto, ha sido un duro golpe para el sector. Sin embargo, no ha podido con la oferta de servicios sexuales.

Con los prostíbulos cerrados, estas son las alternativas al sexo que ofrecen en Barcelona.

Así afecta el cerrar los prostíbulos en la oferta del sexo en Barcelona

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En realidad, a pesar de la resolución aprobada por la que se cerraban los prostíbulos en Barcelona, esto no ha afectado a la oferta del sexo de la capital catalana. Lo cierto es que, como reconocen fuentes de la Conselleria d’Interior, esta medida cierra solo aquellos establecimientos que cuentan con licencia. Por tanto, todo lo demás queda fuera de la jurisdicción.

Aquellos locales en los que la prostitución se ejerza sin tener ningún tipo de licencia, no se ven afectados por las limitaciones. Estos pueden ser establecimientos clandestinos o aquellos que se acojan a otro tipo de licencias extraoficiales. Por eso, el éxito de la medida es dudoso y, a decir verdad, el sexo en Barcelona continua con prácticamente la misma oferta y demanda que siempre.

Los clientes, en vista de las medidas adoptadas, lo único que han hecho ha sido cambiar el lugar donde llevar a cabo la actividad. Lo mismo sucede con las prostitutas, quienes tienen miedo a los contagios y son las que más medidas exigen para que esto se controle de una vez por todas.

Un modelo de negocio en constante cambio

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Si nos vamos a la legalidad, lo cierto es que en Cataluña hay un total de 94 locales con licencia municipal concedida por los ayuntamientos. Sin embargo, dichas licencias se otorgaron hace ya muchos años, cuando se intentó regular de alguna forma la actividad ejercida en los prostíbulos. En la práctica, esto no es real. La razón es que la mayoría de estos locales no se encuentran operativos, por lo que la oferta y demanda de sexo se lleva a cabo en otros puntos.

Si algo se puede afirmar de forma rotunda es que, en los últimos años, el modelo de negocio no ha dejado de cambiar. Una de las razones ha sido el hecho de querer terminar, de una vez por todas, con el estigma de ser algo ilegal o inmoral que no se debería poder realizar en las ciudades.

En los últimos tiempos, la mayoría de profesionales del sexo ejerce su trabajo en horario de día y lo lleva a cabo de forma completamente anónima. Además, si antes los clientes las buscaban a última hora del día, es decir, por la noche, ahora van a su encuentro dentro del marco de su horario de trabajo.

Los prostíbulos de Barcelona o cómo ha cambiado la oferta de sexo

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Cuando hablamos de prostíbulos donde practicar sexo, todos recordamos aquellos locales que se anunciaban a pie de carretera o calle con estridentes luces de neón. Sin embargo, la oferta y demanda va mucho más allá y, de hecho, este tipo de establecimientos están cercanos a la extinción, pues llaman demasiado la atención.

Muchos de los clientes no se sienten del todo cómodos asistiendo a este tipo de lugares. Cuando cuentan con un bar público, al que puede acceder cualquier persona, aquellos que solo buscan sexo no terminan de confiar en que nadie se vaya de la lengua. Sigue siendo una actividad casi clandestina que no está bien vista en la sociedad.

Antes, el miedo a ser pillado en el prostíbulo era mucho menor. Ahora, sí existe esa necesidad de no ser pillado, tanto si eres cliente como trabajadora, debido a las posibles consecuencias sociales que esto podría acarrear. ¿Cómo ha cambiado entonces el negocio? Internet ha sido la principal vía de escape.

Internet y su relación con el sexo y la prostitución

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En la actualidad, con los prostíbuos de Barcelona cerrados, muchas de las citas entre clientes y trabajadoras se deciden a través de Internet. Casi todos los negocios que se dedican a esta profesión cuentan con páginas web en las que aparecen las mujeres que trabajan en ellos. Suelen llevar la cara cubierta, pero no el resto de su cuerpo. Acompañando las imágenes, aparece la disponibilidad.

De este modo, se cierran los encuentros entre ambas partes. Otra de las alternativas a los prostíbulos es que el servicio se lleva a cabo en domicilios adaptados para dicho trabajo. Aquí la interacción con cualquier otro tipo de personas es prácticamente nula.

Barcelona y el resto de ciudades se adaptan, de este modo, a una profesión que cada vez está más en el punto de mira de la sociedad. Si ya lo estaba con anterioridad, desde que se desató la pandemia es uno de los negocios que peor parece encajar con la «nueva normalidad».

Alternativas a los prostíbulos en Barcelona

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En Barcelona, al igual que en el resto de la comunidad, el sexo no se practica solo en los prostíbulos. De este modo, existen un sinfín de alternativas para llevar a cabo la profesión sin necesidad de acudir a los burdeles típicos y tradicionales a los que todos estamos acostumbrados.

Por ello, podemos encontrar lugares como locales en los que se llevan a cabo masajes eróticos, y algo contra lo que es muy difícil luchar: la prostitución callejera o de carretera. Esta es la parte más vulnerable del negocio, ya que suelen ser mujeres explotadas por mafias dedicadas a esto.

La prohibición de abrir los burdeles, por tanto, no ha disminuido la oferta y demanda de sexo. Aunque sí ha disminuido el riesgo de contagio en los espacios de bares que suelen tener los prostíbulos tradicionales, es algo imposible de controlar en prostitutas que ejercen en la calle, así como en los clientes que las frecuentan.