Los matrimonios actuales de los miembros de la Casa Real no parecen haber sido demasiado buenos. Que se lo digan, si no, a la infanta Elena y a Jaime de Marichalar. En el 2007, la pareja anunciaba que cesaban su convivencia en un comunicado que revolucionó a los sectores más conservadores de España. Las cosas entre los duques de Lugo no iban bien y decidieron dar el paso definitivo hacia lo que terminaría en divorcio.
Del matrimonio nacieron dos hijos: Victoria Federica y Felipe Juan Froilán de Marichalar, que ahora ocupan portadas igual que hace años lo hacían sus padres. De Jaime veíamos su lado excéntrico. Era un apasionado de la moda y el lujo y le gustaba lucirla en cualquier acto en el que se le requería. Las personalidades entre el duque y la infanta nunca terminaron de encontrar un punto en común.
Ahora, más de 20 años después del enlace y más de 10 de la separación, cada uno vive su vida por su cuenta. Esto es todo lo que sabemos de Jaime de Marichalar.
Jaime de Marichalar, el duque excéntrico
Cuando se le comenzó a ver con la infanta Elena, llamaba la atención su buen gusto por la moda. De hecho, tenía encantadas a muchas chicas de la alta sociedad de la época debido a sus elegantes y curiosos estilismos.
Siempre se le ha conocido como un poco excéntrico. Al duque le gustaba vestir ropa cara, adoraba el lujo, y se transportaba en patinete. Una mezcla algo heterogénea que no hacía más que aportar un toque aún más bohemio a su figura.
Le conocían como el «duque de Lujo», pues no tapaba su pasión por las cosas caras. No obstante, parece que la infanta Elena se cansó de esta vida y decidió emprender el camino en solitario.
